1. Juego en la playa (Parte 2)


    Fecha: 09/08/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Angelperezrico, Fuente: CuentoRelatos

    Yo seguía escuchando todas las burradas que decían, pensando que no les oía... hasta que decidí parar el masaje y volver a mi toalla. Una vez en mi toalla, preparé de nuevo el bloc de notas, y les pregunté si sabían de algún hotel cercano para alojarme. Cuando vieron la pregunta en la hoja, Marta le dijo a Elena: "¿Le alojamos en nuestro apartamento este fin de semana? ¿Que nos puede hacer el pobre que no habla ni nos oye? "Y Elena contestó con un SI rotundo. Cogieron el bloc de notas, y escribieron: "Te vas alojar gratis en nuestro apartamento, siempre y cuando sigas haciéndonos disfrutar con los masajes".
    
    El plan marchaba de maravilla, ya tenía el fin de semana deseado, y aquellas mujeres a mi merced. Puse cara de asombro al leer la nota, y asentí con la cabeza. Me quedé un rato en la toalla con los ojos cerrados y pensando cual sería mi siguiente movimiento ya dentro del apartamento. Al rato, se levantaron las dos, con un brillo en los ojos distintos a antes, se notaba la lujuria que llevaban dentro. Me hicieron el gesto de marchar, recogí mis cosas y las seguí hacia la casa.
    
    Cuando entramos a la casa, Elena cogió el bloc y señalando la primera habitación escribió: "este es tu cuarto, solo tiene una cama y un armario pero te apañarás" Yo entré, dejé mis cosas mientras escuchaba como decían "Nena, esta noche no entres a su habitación que te conozco. No debemos parecer dos desesperadas, solo disfrutar de su compañía pero hacer un pacto de no follarnos al chico pese ...
    ... a su juguete que tiene ahí abajo" Me lo estaban poniendo difícil, pero ¿cumplirían con lo pactado?
    
    Tenía que ponerlas a prueba y lo primero que hice fue escribir una nota "Perdona Elena, ¿puedo usar el cuarto de baño para ducharme y quitarme la arena?" Elena me guio hasta el aseo, y me puso en la nota "Esta es tu casa, puedes usar lo que quieras cariño" Entré al aseo y ella se quedó en el pasillo mirando como cerraba la puerta... y pasé a la acción. Cogí todas las toallas que había dentro del aseo, y las tiré por la ventana del cuarto de baño al patio de luces. Me desnudé completamente y me metí en la ducha, quitándome toda la arena del cuerpo. Salí de la ducha chorreando y escribí en una hoja del bloc "no hay toallas en el aseo, ¿podéis entrarme una por favor?" Tiré la nota por debajo de la puerta, entré de nuevo desnudo en la ducha y corrí la cortina para taparme, esperando que Marta o Elena entraran.
    
    No pasaron ni dos minutos, cuando escuché la puerta, y la voz de Marta que decía "Guapo aquí te dejo la toalla" "Anda si no me oye, ¿cómo va a saber que he entrado y le he dejado la toalla?" Entonces Elena cerró la puerta del aseo con pestillo, se acercó a la ducha, y metió el brazo con la toalla por el lado de la cortina. Aproveché ese momento para ponerla a prueba, corrí la cortina entera, y vi a Marta, con su melena negra abriendo los ojos como platos al verme desnuda completamente. Le temblaba la mano con la toalla, y yo estaba inmóvil, no cogía la toalla para que ...
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