INCESTO A LA DISTANCIA - Relatos Eróticos

INCESTO A LA DISTANCIA

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- Decis la que él le pone la pija y le acaba en las tetas y en la cara…. O la que tiene ya toda la leche en las tetas y en la cara…. (Mi madre se zarpó y me habilitó a seguir el juego)
- La que tiene todas las gomas y la cara llena de guasca, le respondí.
Mi madre se quedó en silencio como un minuto. Dejó de escribir. Al rato retomó los mensajes y dijo…. Ay, bebé…. Perdóname. Pero me puse tan cachonda que me mojé toda. Tuve que tocarme abajo para descargar. Precisaba acabar…. 
Y luego de eso, tras unos breves segundos me escribió.
-	Me encantó.
Desde entonces empezamos a jugar todos los días a chatear o wasapear jugando a jueguitos eróticos. Pasaron varios días y semanas y ya usábamos las conexiones para masturbarnos mutuamente.  Hasta que un día Leti me propuso: 
-Jorge, por qué no hacemos cámara web y nos podemos ver mientras jugamos. 
- Dale, me encanta la idea. 
Conectamos un zoom y ambos podíamos vernos por la pantalla de la computadora. Empezamos a jugar a la seducción como si estuviéramos en un bar. Ella me encaró y empezó a hablar que le gustaban los chicos jóvenes, que quería sentir una pija bien dura y que me invitaba a su departamento. Acepté el juego y cuando empezábamos a desvestirnos ante la cámara para fingir el sexo virtual me propuso: bebé, tenemos que jugar a la fantasía de la mamá con el hijo, como si ella no fuera mi verdadera madre. Me proponía un juego de rol. Acepté y nos empezamos a desvestir ambos diciéndonos cosas muy hot, siempre ...

... jugando al incesto. 
Quedamos desnudos y podíamos ambos ver como uno se masturbaba mientras sentía las guarangadas que el otro le decía tras la cámara. Fuimos regulando el clima hasta poder acabar casi simultáneamente. Una delicia. 
Pasaron los días y siempre hacíamos conexiones porno. Mi madre se compró juguetes y un consolador de plástico que se metía en la concha y gritaba mientras imaginaba que yo la embestía con mi pija. 
El morbo del sexo virtual era maravilloso pero era eso. Sexo virtual. Pero la cosa cambió cuando Leti viajó por unas dos semanas de vacaciones a la Argentina. Antes de viajar me dijo: “Preparate que cuando llegue vas a experimentar el incesto de verdad porque te voy a recoger bebote”. 
Estuve deseando su llegada al país y justo el día que cumplió sesenta años llegó a Buenos Aires. La fui a buscar al aeropuerto en el coche y cuando nos vimos le di un fuerte abrazo. Me franeleó las tetas en mi pecho y me susurró al oído: “En un rato te voy a coger guacho”. 
Nos fuimos de inmediato a mi departamento. Ya en el ascensor se me tiró encima y me empezó a besar, meta lengua, franela y con su mano me manoteó la poronga. Mi palo estaba a full. Abri la puerta con nerviosismo por lo que se venía mientras mi madre me tocaba el culo. Entramos. Dejamos las valijas ahí nomás, sin abrir ni nada. Corrimos casi a la habitación. Estaba atardeciendo. Bajé la persiana de la ventana para que el clima se hiciera de noche. Y entre sombras comenzamos a desvestirnos. De parado ...