Relatos eróticos esposos cómplices cap 183 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 183

Buenas noches amigos, me llamo Lili casada hace 5 años con un hombre extraordinario en todo el sentido de la palabra, sólo hay una pequeña cosa que no nos permite vivir la felicidad completa.

Somos una pareja muy decente y muy moralistas, los dos nos casamos vírgenes y juntos fuimos descubriendo el placer del sexo y el amor a la familia.

Yo soy blanca 1.50 mt de altura, 50 kgs de peso, pelo negro y largo, ojos claros y un cuerpo bonito sin ser fenomenal pero sí calentona en la cama.

El mide 1.70 mt con 80 kgs de peso, blanco, ojos y pelo negro. Arquitecto de profesión y también calentón en la cama.

Mi hijita tiene 3 añitos bonita y muy curiosa, yo la atiendo por éso no trabajo.

El problema que les mencioné al inicio es que, en nuestras relaciones sexuales nos esforzamos mucho y a veces no lo culminamos satisfactoriamente por el tamaño de su verga, teníendo que recurrir muchas veces a las pajas, que no es igual.

Ése problema lo tuvimos para nuestra luna de miel, logrando sacarme de virgen recién a los tres meses, lo mismo nos pasó para embarazarme y yo yá no se que hacer. El si desfoga con la masturbación que le doy.

Por mi edad y mi inexperiencia quise consultar con mi tía y ni bien escuchó, no quiso que siguiera hablando y me mandó a rezar 5 Padres Nuestros y 5 Aves Marías.

Después yá no tenía otra persona de confianza para consultarle, yá que mi mamá falleció hace unos años.

El único que me queda es mi papá, que es muy buena persona, pero no ...

... tengo la confianza suficiente para consultarle.

En éstos años pensé en tantas soluciones, pero mi marido no me apoya en ninguna y yo cada vez que me reúno con mi promoción del colegio, hablamos del sexo como punto  principal y todo lo que cuentan me causa envidia y mal humor.

Pensé en alquilar a un hombre, decirle a una amiga para que me cache su marido, pararme en un bar para cachar con un borrachito o viajar en un taxi haciéndome la mareada o hablar para que el taxista me caché. 

Pero mi marido me advirtió de nuestro honor y moralidad y que éso arrastra a nuestra hija y con éso me desanima.

Un día con la moral baja le pedí el auto prestado a mi esposo para ir a visitar a mi papá a 150 kms partiendo temprano con mi hija.

Llegamos a las 10 de la mañana a su pequeña granja, encontrandolo en pleno trabajo.

Papá : Hola hija, por qué no me avisaste, para no trabajar y esperarte para pasar el día juntos.

Yo : Es qué se me ocurrió y aproveché que mi esposo quería descansar.

Papá : Espérame qué me baño y nos vamos a almorzar a algún sitio.

Yo : Aún sigues sólo papá ?

Papá : Si hijita, no encuentro a ninguna como tú mamá. Era única.

Yo : Si quieres te busco una amiga.

Papá : Bah, deben ser tan jóvenes como tú y yo estoy viejo.

Yo : Papá la edad no importa.

Papá : Gracias hijita, déjame así como estoy.

Nos fuimos a un restaurante y después de hablar algunas generalidades.

Papá : Dime hijita, qué te pasa ?

Yo : Nada papá, por qué me lo ...