Mi padre me viste con mama y me viola
Fecha: 12/05/2025,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: jeraro, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Jose, un hombre de 40 años y segado por el alcohol, estaba sentado en el living de su casa con su hijo Sebastián de 17 años. La habitación estaba llena del olor a alcohol y tabaco, mientras una botella de whiskey yacentía medio vacía en la mesa de café frente a ellos.
"Vamos, toma otro trago, hijo", le dijo Jose a Sebastián, mientras llenaba su vaso con más licor. Sebastián obedientemente tomó un sorbo, haciendo una mueca de disgusto con cada trago que tomaba.
A medida que la noche avanzaba, el alcohol comenzó a nublar los sentidos de ambos. La situación empeoró cuando Jose notó cierto parecido en el rostro de su hijo con el de su difunta esposa y también observó las similitudes de su hijo con el cuerpo de su madre en la adolescencia. Este pensamiento oscuro lo llevó a una idea aún más enferma.
"Tienes el rostro de tu madre y ese culo... incluso parece el suyo joven", murmuró Jose con la voz entrecortada, mientras jugaba con la botella de licor entre sus manos.
"¿Qué estás diciendo, papá?" Preguntó Sebastián, sintiendo un escalofrío recorrerle la columna.
"Escucha, quiero que te vistas con algunas de sus prendas", indicó Jose, su voz apenas perceptible.
Sebastian frunció el ceño, pero con un poco de persuasión, y mucho alcohol en su sistema, finalmente aceptó. Jose guió a su hijo hasta el armario de su difunta esposa y sacó un tanga rojo tipo hilo, un sujetador rojo, medias rojas de malla sujetadores y un vestido corto.
Mientras Sebastián se vestía, Jose ...
... se sentó en la cama, observando cómo su hijo se transformaba lentamente. Cuando Sebastián finalmente apareció completamente vestido, con maquillaje y el cabello recogido en un moño, Jose se quedó sin aliento.
"¡Mierda, te ves tan caliente!" Gruñó Jose, sus ojos recorriendo la apariencia transformada de su hijo.
Sebastian, aún bajo los efectos del alcohol, se tambaleó en sus nuevos tacones altos, intentando mantener el equilibrio. La falta de cordura hizo que se olvidaran del parentesco entre ellos mientras bailaban al son de la música que salía de los altavoces.
La guitarra eléctrica resonó en el aire, junto con los gruñidos de Jose y las risas de Sebastián. De repente, Jose agarró a su hijo y retiró la tanga roja, dejándolo expuesto.
"¡Papá, no! ¡Para, por favor!" Gritó Sebastián, tratando de soltarse del agarre de su padre.
Pero Jose, dominado por el alcohol, no podía detenerse. Se arrodilló detrás de Sebastián y comenzó a chupar su ano, haciéndolo gemir de placer y dolor mezclados.
"¡Ahh, papá! ¡Para, por favor!" Gimió Sebastián, intentando liberarse de nuevo. Pero el alcohol tambaleaba su resolución y fue incapaz de resistirse completamente a las avances de su padre.
"Te ves tan jodidamente apretado", jadeó Jose entre sus labios mientras lamía y mordisqueaba el trasero de su hijo. Luego se puso de pie, su erección visible a través de su ropa.
"Ahora voy a follar tu culo como a una perra en venta en la calle", gruñó en el oído de Sebastián, mientras ...