Mi padre me viste con mama y me viola
Fecha: 12/05/2025,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: jeraro, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... se desabrochaba el cinturón.
Sebastian gimió de terror, pero no pudo hacer nada para escapar. Jose cogió a su hijo y se preparó para penetrarlo. Sujetó su erección de 22 cm y la llevó hacia la abertura de Sebastián.
"¡Por favor, papá! ¡No puedo más!" Suplicó Sebastián, su voz quebrada por el miedo y la anticipación del dolor.
Pero Jose estaba demasiado lejos para escuchar razones. Empujó su miembro en el apretado culo de su hijo, escuchando un grito agonizante y el sonido de las lágrimas que caían.
"¡Ahh, tan apretado!" Gruñó Jose entre jadeos, mientras comenzaba a embestir a su hijo con fuerza.
Los gemidos de Sebastián se convirtieron en sollozos, mientras su padre continuaba violándolo. Su pequeño cuerpo temblaba, mientras el dolor se extendía por cada fibra de su ser.
"¡Por favor, papá! ¡No puedo más!" Gritó otra vez, su voz mezclada con gritos de dolor y gemidos involuntarios de placer.
"Perra estrecha", gruñó Jose, mientras su ritmo se volvía aún más salvaje e incontrolable.
Sebastian se rindió, llorando en silencio y permitiendo que su padre continuara violándolo. Con cada embestida, el alcohol y la vergüenza se mezclaban, dejando al joven Sebastián atrapado en un mundo de dolor y placer contradictorios.
"¡Ahh, tan estrecho! ¡Voy a corrarme pronto!" Gruñó Jose, mordisqueando el hombro de su hijo mientras sus caderas se movían con desesperación.
Finalmente, con un último grito gutural, Jose se corrió dentro de su hijo.
"¡Ahh, sí! ¡Así ...
... es!" Gimió Jose, mientras su semilla caliente llenaba el interior de Sebastián.
Sebastian se desplomó en el suelo, jadeando y llorando en silencio mientras su padre salía de él y se ajustaba la ropa.
Jose se tambaleó hacia el sofá, todavía bajo los efectos del alcohol y tratando de ignorar lo que acababa de hacer. Miró hacia abajo y notó la bota roja de su mujer, medio cubierta de barro junto a la mesa de café.
Se levantó tambaleándose y se dirigió hacia la entrada de la casa, donde había dejado su impermeable. Deslizó la mano en uno de los bolsillos y sacó algo. Volvió al living y arrojó el objeto en la mesa, frente a Sebastián.
"Esto es para que no olvides lo que acabamos de hacer", dijo Jose, su voz fría e indiferente.
Sebastian miró hacia abajo y sintió una oleada de náuseas al ver lo que era. Era una fotografía de su madre, joven y hermosa, con una expresión alegre y radiante. Pero esta inocente imagen había sido profanada por el acto de violación que acababa de cometer su padre.
"¿Qué clase de monstruo eres?" Susurró Sebastián, su voz apenas audible.
"Un monstruo que ha perdido el camino", respondió Jose, su mirada vagando hacia la fotografía.
De repente, una expresión de miedo cruzó su rostro y salió corriendo hacia el baño, donde vomitó todo el alcohol y la vomitona que había consumido a lo largo de la noche.
Sebastian, mientras tanto, se arrastró hasta su habitación, sintiendo cómo cada parte de su cuerpo ardía con el recuerdo de lo que ...