María mi nodriza - Relatos Eróticos

María mi nodriza

... podar el césped la ropa interior escondida debajo del colchón y como desaparecían las cremas para mano y los pepino llenos de cremas mal limpiados que algunos brillaban por los rastros de lubricante y que ella al darse cuenta los terminaba tirando, fue una ametralladora de cosas que me decía por mis descuidos ya que muchas cosas se van de las manos todo no se puede controlar en algo vas a fallar cuando uno no sabe hacer estos o lo va descubriendo de apoco, ella me conto que por un descuido encontró un pepino lleno de mierda sangre y crema de manos debajo de la cama cuando la corría para limpiar y que había sido muy inconsciente por que mi madre o padre podrían haberlo descubierto y ahí si la tormenta que se me venía encima no solo a mí sino que a ella también por ser la responsable de nosotros sería un serio desastre que ella no sabría explicar porque el niño de la casa era un gran putito. María me dijo muy enojada esto se acabó ya no más, de ahora en adelante quiero la puerta de tu habitación abierta día y noche y yo sin poder decir nada solo atine a aceptar toda la instrucción.  María vivía con nosotros, no dentro de la casa ella no tenía una habitación asignada, sino que habitaba una casa grande bien bonita a metros de la nuestra dentro de la finca, pero ella ahí tenía su vida y su intimidad. Pasaron los días las masturbaciones y los rituales sexuales habían cesado y yo tenía unas ganas inmensas de volver a penetrarme y además extrañaba ir a la escuela con mis ropas ...

... femeninas, pero no podía cometer errores ni tener descuidos ya que María ahora estaba encima de mí para ver que estaba haciendo y a cada rato me lo hacía saber. Durante las noches en vez de hacer mis rituales hacia ejercicio para cansarme y luego me iba a dormir, pero cierta ves al estar caminando escuche ruidos y gemidos en la habitación de María y al acercarme por la ventana logre verla ensartando con un consolador colocado en un arnés a mi hermana que por ese entonces tendía unos diecisietes años y las dos gemían disfrutando lo que hacían yo me quede quieto y en silencio viendo semejante espectáculo mi hermana en cuatro patas encima de la cama y María taladrándole desde atrás, todo era muy excitante y solo atine a masturbarme ahí espiándolas para luego retirarme en sumo silencio, yo no me sorprendí ya que las había visto tiempo atrás pensé que no hacían nada, que todo eso había cedido ya que en la habitación de mi hermana ya no ocurría nada extraño, pero ye por ese tiempo estaba descubriendo y llevando adelante mis rituales sexuales que tanto extrañaba y no se me pasaba por la mente decirle algo a María por miedo a represarías,  a los días mientras me encontraba desayunando entro María a la cocina y me dijo, así que ahora te gusta espiar a los vecinos que estás husmeando en las noches por sus ventanas a lo que me preguntó, ¿te gusto lo que viste? Y yo le dije que me perdonara que no era mi intención molestarla que pasaba por ahí y al escuchar los gemidos me llamo la atención y ...