Relatos eróticos esposos cómplices cap 186 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 186

CONTINUACIÓN 

Hola, me llamo Lili y les seguiré contando lo que inicié en el cap 183

Agarré la carretera de retorno a mi casa mientras sentía mi concha demasiado abierta aún llena de leche, iba pensando en lo bajo que había caído por no tener un marido normal, Uf haber recurrido a papá que yá venía cargando una mochila y ahora yo con mi problema obligándolo a enseñarme su pequeñez brindándomelo como macho alfa, teniendo que revelarme su secreto y molestar a su amigo para que me cache con su vergon, igual que hizo con mamá. Todo un guión de novela.

Tuve que parar en el camino para comprar toallas higiénicas y en un baño secarme de tanta leche que aún me bajaba. Tomé un pedacito con mi dedo y mirando a mi hija lo metí a mi boca. Nunca había probado y no sé por qué me provocó, no era ni dulce ni salado pero se sentía agradable, así que me lo tragué y no pude probar más por qué mi hija también quería comer y no seguí por qué habían rasguitos de sangre.

Nuevamente tomé la carretera diciéndome :  a falta de una buena verga ahora tengo tres, para envidia de mis amigas.

Llegando a la casa mi esposo me ayudó con la bebé y viéndome cojear le dije que me había golpeado, pero era algo leve.

Como pude hice mis cosas por que conformé pasaba el tiempo el dolor iba en aumento, pero tenía que disimular para no verme descubierta.

En la cama ni dormía pensando en el semejante tronco. Pobrecita mamá. Quien será su esposa. Me habrá roto algo por dentro, ojalá que no, por ...

... qué ahí si, mi esposo se puede molestar.

También pensé en decirle la verdad, por qué mi felicidad quería ventilarla a los cuatro vientos, pero no podía ser posible. Mejor me aguanto hasta que yá esté completamente rota y aguante a Teo en forma normal.

La semana demoró en pasar por mi ansiedad y no entendía por qué. Yá no fué suficiente haber sufrido ése dolor y tener ahora mi hueco más profundo. Qué quiero ahora, más sufrimiento y un hueco más profundo. No lo sabía. Sólo sabía que tenía que tenerlo todo adentro, hasta cachar con él sin sentir dolor.

Mi marido me dijo para acompañarme. Le dije que no era el momento por qué mi papá está decaído y se contenta hablando conmigo.

Llegando a las 10 de la mañana me ayudaron mi papá y Teo que yá estaban puntuales.

Entrando me dieron beso en la boca los dos, dándome la confianza que necesitaba.

Con una taza de café hablamos de varias cosas hasta que papá dijo.

Papá : Aprovechando el tiempo para que después descansen, entren a mi cuarto que yo me encargo de la bebé.

Yo : Papá, ella vá a estar tranquila con los juguetes que le he traído. Más bien ven conmigo que hoy te necesito mucho más.

En el cuarto Teo me abrazó y besó como si fuera su mujer y yo le correspondía para sentirnos en confianza.

Nos desnudamos y viendo su verga, recién comprobé que no había sido un sueño. Me agaché se la acaricié con las yemas de mis dedos hasta sentirla bien dura y bien parada.

Yo : Teo quiero pedirte un favor antes de ...