Mi cuñada y yo solas - Relatos Eróticos

Mi cuñada y yo solas

... pequeños gemidos dándome placer oral sin apuro alguno llevándome a un clímax inimaginable como nunca antes había sentido la manera en la que ella me tocaba era única saboreaba con tanto placer mi vagina que comenzaba a sacarme los gemidos más intensos y calientes de la misma manera fue subiendo nuevamente hasta mis labios dejándome Sentir el gusto de mis fluidos era tan delicioso sentirla que su excitación provocaba que me excitara yo más quedamos mirándonos fijamente por un momento agitadas ella se acostó a mi lado comenzó a tocarse apretar sus pechos lentamente iba abriendo sus piernas invitándome a que le diera placer fui Más directa una respiración profunda sobre su vagina levantando mi mirada sacando mi lengua recorriéndola jugueteando con sus labios separándolos succionando lentamente su clítoris mientras mis manos acariciaban su muslos acercando la yema de mis dedos hasta su boca que ella empezaba a chupar mojandolos bien podía sentir como el orgasmo se gestionaba dentro de su cuerpo ansioso para estallar Mientras ella se meneaba entre cerrada sus piernas y gemía fuerte sus gemidos delicados apasionados deseosos dejándome ...

... sentir la excitación que le provocaba mientras jugueteaba con su vagina su jugos deliciosos los saboreaba Mientras ella se estremecía ese Suspiro y ese gemido tan profundo al expulsar su orgasmo que le ocasionaba mi lengua y mis labios mientras yo saboreaba su fluido tan delicioso y dulce que luego llevaría hasta sus labios mientras iba subiendo entrelazando nuestras piernas frotando nuestras vaginas sus fluidos Y los míos se mezclaban mientras nuestros orgasmos salían a flote besos apasionados y fuertes nuestros movimientos excitantes con nuestros gemidos profundos de lujuria tan deliciosa luego quedándonos recostadas uno al lado de la otra acariciándonos dándonos pequeños besos totalmente satisfechas la miré fijamente mordiendo mis labios le dije lo mucho que me había encantado esa experiencia y que me encantaría volver a repetirla nos fuimos a la ducha el agua tibia de nuestros cuerpos recorría nuestros cuerpos sus manos recorrían mi cuerpo con el jabón y las espuma al igual que la mía en el suyo salimos de allí nos fuimos al cuarto nos vestimos nos dimos otro gran beso apasionado antes de irse nos me dijo nos vemos pronto mi vida