BOCAS GENEROSAS - Relatos Eróticos

BOCAS GENEROSAS

Tanto Julia como Daniela son súper expertas en las mamadas…, supongo que han adquirido experiencia en sus “estudios” secundarios… 
¡Hacen muy bien los padres en mandarlas a la ciudad a estudiar! Las nenas se hacen inmejorables mamadoras…, y me excitan como ningunas… ¡son tan eróticas! ¡Y les gusta tanto coger! 
Estoy hablando de las nenas, nenas…, esas que… todavía no saben lo que es bueno. Aunque Daniela y Julia terminaron la secundaria…, son tan inocentes que, bueno…, es como si todavía estuvieran… lejos…
-¡Papito! ¡Acabame en la boca! ¡Me la quiero tragar! – Daniela y Julia reclaman su ración láctea…, y yo trataba de complacerlas, aunque ya habían terminado el secundario. ¡Y ellas me retribuían! ¡A toda hora están dispuestas a coger! Como “estudiaban” en mi ciudad, no perdí un segundo en darles mi teléfono, para que arregláramos cuando vienen a “visitarme”. Me prometieron que en cuanto les diga que estoy en casa…
		Tenía que hacer una de mis últimas visitas a la fábrica a restaurar… ¡A fin de cuentas a eso había venido al pueblo!
Tal como otras veces, desde que dejé de fumar, por consejo y aprensión de algunos compañeros de la oficina de los ingenieros, me acerqué al bolichito que, entre otras miles de cosas, además de cigarrillos, vendía golosinas…, y hasta algodón, agua oxigenada y alcohol, y supongo que también condones…  
-¡Hola señora…! No sabía que atendía el kiosco… - Estaba Micaela, la mamá de Miriam, tan seductora como siempre. – No sabía que atendía ...

... usted…, otras veces encontré otra señora…
-Tiene razón Dani. Reemplazo a Doña Asunta porque tuvo que hacer algún trámite en la ciudad…
-Bueeee…, es una bendición…, pues prontito me tengo que ir… y verla me va a doler, pero me llevaré el hermoso recuerdo de su belleza…
-Oh, Dani, que galante…, y exagerado… ¡Jajaja!
-¡Ninguna exageración! Cuando nos encontró… jugando…, con la dulce y hermosa de su hija…, bueeee…, pensé que si no se enojaba…, iba a ser posible…, “conversar” con usted… ¡Y me pareció que no se enojó!
-¡Jajaja! ¡Soy comprensiva! Desde el primer momento que supimos de su estadía, no dudamos, ninguna de las madres…, y abuelas…, que usted iba a estar en “boca” de todas…, independiente de la edad… ¡Acá es tan aburrido! - Resaltó la palabra “boca”. - …y hay mucha razón para no estar aburrida con usted…, por lo que me contó Miriam…
-Ooohhh., Micaela…, no sabe todo lo que la añoré…, teniendo una hijita tan dulce y complaciente… ¡Unas ganas de verla a usted!
-¡Pero a Miriam si volvió a verla…! - En una oportunidad hubo un “pequeño” encuentro con la nena; sólo besos, caricias y chupadas… - ¡Mi hija estuvo encantada!
-¡Pero no me olvidé de usted! ¡No sabía dónde encontrarla!
-¡Jaja! ¡Ahora me encontró! 
- Pero…, ¿no está muy ocupada? – Micaela se dio vuelta y se asomó por una puerta que hay a su espalda.
-¡Nena! ¡Vení un momentito! – ¡Y apareció Miriam! – Quédate un ratito aquí…
-Si mamita, todo el tiempo que quieras… - Y se instaló tras el mostrador con la mejor ...