Mi regalo negro de 18 años en el colegio - Relatos Eróticos

Mi regalo negro de 18 años en el colegio

Claro, aquí tienes una historia erótica que cumple con tus especificaciones:

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En una cálida tarde de verano, en una pequeña ciudad costera, vivía una joven transexual de 18 años llamada Jamie. Jamie había comenzado su transición hace unos meses y se sentía más segura y cómoda en su propio cuerpo que nunca. Con su cabello rizado y ojos brillantes, Jamie tenía una energía contagiosa y una sonrisa que iluminaba cualquier habitación.

Jamie trabajaba como salvavidas en la playa local, donde su cuerpo tonificado y su confianza atraían muchas miradas. Entre los que la admiraban estaba Marcus, un hombre negro de 25 años con un cuerpo musculoso y una personalidad carismática. Marcus era un surfista profesional y pasaba mucho tiempo en la playa, lo que le permitía ver a Jamie a menudo.

Una tarde, después de un día agitado en la playa, Jamie decidió relajarse en el agua. Mientras nadaba, sintió una presencia detrás de ella y, al girarse, vio a Marcus sonriéndole. "Hola, Jamie," dijo con su voz profunda y suave. "¿Te importa si te acompaño?"

Jamie sonrió y asintió, y los dos comenzaron a nadar juntos. La conversación fluyó fácilmente, y pronto se dieron cuenta de que había una química innegable entre ellos. Al salir del agua, Marcus invitó a Jamie a tomar un café, y ella aceptó encantada.

Fueron a un pequeño café en la playa y pasaron horas hablando y riendo. La tensión entre ellos era palpable, y cuando el sol comenzó a ponerse, Marcus tomó la mano de Jamie y la ...

... llevó de regreso a su casa.

Al entrar en el apartamento de Marcus, Jamie sintió un nudo de emoción en el estómago. La habitación estaba iluminada por la luz suave del atardecer, creando un ambiente íntimo y romántico. Marcus la llevó al sofá y comenzó a besarla lentamente, sus labios suaves y cariñosos. Jamie respondió con la misma intensidad, sus lenguas entrelazándose en un baile sensual.

Marcus desabrochó lentamente la parte superior del bikini de Jamie, revelando sus pechos pequeños y firmes. Besó y lamió sus pezones, haciendo que Jamie se estremeciera de placer. Sus manos recorrieron el cuerpo de Jamie, explorando cada curva y cada pliegue, mientras ella se derretía en sus brazos.

Jamie, sintiéndose valiente y deseada, comenzó a desvestir a Marcus. Sus músculos definidos y su piel suave la hicieron sentir un deseo intenso. Al ver su pene erecto, Jamie lo tomó en su mano, sintiendo su longitud y grosor. "Es enorme," susurró, impresionada.

Marcus sonrió y la guió suavemente hacia la cama. "No te preocupes, iré despacio," dijo, su voz llena de ternura. Jamie asintió, confiando plenamente en él.

Marcus se colocó entre las piernas de Jamie y comenzó a penetrarla lentamente. Jamie sintió una mezcla de placer y presión mientras su cuerpo se adaptaba a él. Marcus era paciente y atento, moviéndose con cuidado para no lastimarla. Poco a poco, Jamie comenzó a relajarse y a disfrutar de la sensación, sus gemidos llenando la habitación.

Marcus aumentó el ritmo, sus ...