1. El crucero se convirtió en un lugar de lujuria


    Fecha: 29/12/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... sale de la ducha. Lleva la toalla por encima y se queda mirándome mientras me masturbo. Deja caer la toalla y se queda desnuda delante de mí.
    
    Yo acelero con mis movimientos y Rosa se toca las tetas. Entonces se acerca a mí y nos besamos en la boca. No soy lesbiana, pero sus besos me ponen a mil. La acaricio el culo y ella termina de masturbarme. Me corro con un grito. Cristina ni se ha enterado.
    
    -¿Que hemos hecho, tía? Me dice Rosa.
    
    -Nada. Pasarlo bien.
    
    -Pero yo no soy lesbiana. Lo he pasado muy bien con ese chico.
    
    -Ni yo. Aquí no ha pasado nada. Lo que pasa en el caribe, se queda en el caribe. Ja,ja,ja.
    
    Después de holgazanear un poco, Cristina no se despertó en toda la tarde, nos fuimos a cenar.
    
    Durante la cena, ni rastro de los chicos. Rosa miraba todo el rato a la entrada del comedor por si volvían a aparecer, pero no fue así.
    
    Terminamos de cenar y como vimos que no aparecían, nos fuimos a dormir. Rosa fue la que peor se sintió.
    
    DÍA 2.
    
    Al día siguiente, nos levantamos tarde y dispuestas a pasarlo muy bien, aunque no estuvieran los chicos. Rosa estaba un poco triste al principio, pero enseguida se olvidó de todo.
    
    Nos fuimos a bañar a la súper-piscina del barco y estuvimos un buen rato nadando. Después, decidimos ir al jacuzzi, bueno uno de ellos y entonces vimos a los chicos que se dirigían hacia nosotras. A Rosa se le iluminó la cara.
    
    Se metieron con nosotras en el jacuzzi. Son Pedro, Roberto y Carlos.
    
    Más tarde, la temperatura subió ...
    ... bastante y decidimos irnos de allí. Nos llevaron a su camarote. Tenían un camarote triple y nosotros uno sencillo con tres camas pequeñas. Estos tíos debían de tener mucha pasta.
    
    Ya dentro, enseguida pasaron a la acción. Pedro me quitó el sujetador del bikini y empezó a chuparme las tetas. Carlos repitió con Rosa, y Roberto se quedó con Cristina.
    
    Después de un rato de chuparme las tetas, me metió un dedo por la braga del bikini hasta mi coñito, me estaba volviendo loca.
    
    Vi por el rabillo del ojo lo que le estaban haciendo a mis chicas, y me puse más cachonda aún.
    
    Pedro me tumbó en la cama y me comió la boca. Vi su rabo empalmado enseguida y entonces se puso un preservativo y me la metió de un empujón. Yo estaba muy húmeda y además con el condón entró fácilmente.
    
    Empezamos a follar. Lo más excitante de todo fue que las tres parejas empezamos a hacerlo a la vez, con lo que el traqueteo de las tres camas al unísono fue lo más.
    
    Pedro follaba como los dioses, y entre mis gemidos y los de mis amigas, me corrí enseguida.
    
    -¡Aaaaaaaah!
    
    -Tranquila, que yo todavía no he terminado.
    
    -Tú sigue dándole machote. No te pares. Le dije.
    
    Las camas seguían temblando. Para entonces Rosa decidió cambiar de postura y ser ella la que montara a Carlos. Roberto puso a Cristina en la postura del perrito y así lo hicieron. Nosotros seguimos en la del misionero.
    
    Yo tuve un segundo orgasmo y al poco Pedro se corrió también. Como si nos hubiéramos puesto de acuerdo, Rosa y ...