1. El crucero se convirtió en un lugar de lujuria


    Fecha: 29/12/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... Cristina también se corrieron casi a la vez.
    
    Cristina se quedó con el culo en pompa mirando a la pared y Roberto tuvo que decirle que ya habían terminado.
    
    Los tres se pusieron de pie y se quitaron los preservativos casi al unísono. Se fueron al baño y volvieron poco después de lavarse el semen.
    
    Nos invitaron a tomar una ducha con ellos, pero estábamos agotadas. Así que nos duchamos solas, las tres a la vez y nos fuimos con sus albornoces puestos.
    
    Prometimos vernos de nuevo antes de llegar a Jamaica.
    
    Pedimos algo de comida en nuestro camarote. Estábamos cansadas y no queríamos salir de allí.
    
    -¿Qué tal con Pedro? me preguntó Cristina, mientras se llevaba un sándwich a la boca.
    
    -Ha sido genial. Folla como los dioses. Es un auténtico actor porno.
    
    -¿Y tu Rosa?
    
    -También ha sido genial. Carlos es un superdotado, jejeje.
    
    -Tú también lo ha pasado genial ¿verdad Cristina?
    
    -Ha sido lo mejor. No me importa si no bajamos del barco.
    
    Así transcurrió el resto del día. Nos dimos paseos por el barco, comimos, bebimos, jugamos un poco al baloncesto, nunca lo habíamos hecho, y esperábamos volver a encontrarnos con los chicos por la noche, aunque no sabíamos cómo ni dónde.
    
    La sorpresa llegó a las 11 de la noche. Los chicos se presentaron de improviso y nos llevaron a la parte superior del barco. Allí habían preparado comida como si estuviéramos de picnic.
    
    Carlos se folló a Rosa por el culo. Cuando se lo propuso, no se lo podía creer, pero aceptó ...
    ... enseguida. Yo me follé a Pedro, porque literalmente fui yo quien se lo hice, el no hizo nada y Cristina le comió la polla a Roberto y luego acabaron haciéndolo en el jacuzzi.
    
    Me di cuenta de que había dejado un poco de semen en el agua. Se lo dije y se rio un rato. Me dijo que no me preocupara que lo limpiarían luego.
    
    Más tarde, cuando acabamos de follar, nos invitaron de nuevo a ducharnos con ellos. Esta vez no dijimos que no.
    
    La ducha no era demasiado grande del todo. Primero entraron Cristina y Roberto. Poco se ducharon la verdad, porque enseguida oímos sus gemidos desde fuera.
    
    -¡Ah, ah, ah! Cristina gemía como muy espaciada, jeje.
    
    Roberto gemía más bruto, como hacéis los hombres, ya sabéis. ¡Aaah,aaah, aaaaah!
    
    La verdad es que no duraron mucho. Yo me había puesto muy cachonda otra vez oyéndolos. Solo que tenía que esperar, ahora era el turno de Rosa.
    
    Cuando ella entró, me hice un dedo para aliviar la espera. Pedro me miró y empezó a masturbarse.
    
    Rosa y Carlos también se pusieron enseguida a follar. Mientras oíamos sus gemidos, Pedro se corrió. El semen salpicó su tripa. Yo le miré y me levanté y le chupé su semen. Estaba súper cachonda. Terminé de masturbarme en su cara y acabamos follando en su cama, sin esperar a que terminaran de ducharse Rosa y Carlos.
    
    Cuando salieron de la ducha, se sorprendieron de vernos haciéndolo en la cama. Como acababa de correrse, Pedro aguantaba mucho. Yo gemía y gemía como una loca mientras clavaba mis uñas en su ...