UNA BUENA PROPORCIÓN ENTRA EN TODAS PARTES - Relatos Eróticos

UNA BUENA PROPORCIÓN ENTRA EN TODAS PARTES

Candela fue otro de los grandes placeres que me permite una pija bien proporcionada, sin interés en hacer daño a nadie ni en tenerla más grande que ninguno. ¡Quedé totalmente satisfecho…! Aunque, desgraciadamente, no podría insistir con la nena…, pues a la mamá se le dio por estar presente, dado que, según ella, le costaba mucho ir y venir las cinco cuadras desde su vivienda hasta la mía. ¡Si no hay más remedio!
Dentro de un par de semanas, un compañero de la empresa se casa… y… ¡hay que asistir! 
Mi traje seguía impecable: solamente tres casamientos y dos velorios. Lo envié a la tintorería para “ponerlo a cero”, y salí a comprar camisa y corbata. 
Una y otra y otra… En realidad, no entraba. Miraba desde la puerta y si la cara del que atendía me gustaba…, entraba. Allí, en la zona de sastrerías y ropa de hombre, había un negocio del tema al lado del otro. Entré en el que atendía una dama… ¿También se ocuparía de los calzoncillos?
Una sonrisa…, bueeee…, tendría que entrar…, pero estaba dirigida a otro cliente…
Miré vidrieras, como al paso. Di varias vueltas… ¡y al fin está sola!
-Buenas tardes, señora…
-Buenas tardes… señor… Estoy para servirle…, lo que desee… - ¿Son palabras comerciales o hay doble intención?
Unos 40 años, cabello castaño claro, ojos de miel, pestañas para rayar el piso cuando los cierra…, y cuerpo para ahogarse chupando… Para un medianamente entendido como yo, sus medidas serían… ¡100-70-110…! ¡Y es poco!
-¿En qué puedo servirle? – Si le ...

... digo “con qué” ¿me echará?
-Ando buscando camisa y corbata…
-¡Para todos los gustos! – Su sonrisa es algo más que profesional… - ¿Qué color es su traje? 
-Azul oscuro y muy finas rayas celeste…
-Hermosa combinación… - Se dio vuelta, luciendo fabuloso culo, se “estiró” hacia arriba, dejando la mayor parte de sus muslos a la vista… ¿Será su manera de vender?
Bajó dos cajas y las abrió. 
-Mire usted. Ahora le muestro más… - Salió hacia un perchero. Sus piernas acompañaban el movimiento del culo. Los aplausos de ambos glúteos son “operísticos”. – -Supongo que la camisa será blanca…
-No, no, la quiero celeste, muy clarita…
-No hay problema, tenemos lo que usted desea… - ¡Te deseo a vos!
-Es… que… sí…, lo que sea mejor… - No estoy para causar problemas.
-No tengo la menor duda de que usted merece lo mejor…
-Eso sería grandioso…, pero al casamiento voy solo…, no tengo pareja…
-¡No me diga eso! ¡No puede ser! ¡Un hombre tan elegante como usted!
-Lo ideal sería que mi pareja fuese alguien como usted…
-¡Oh! ¡Si! ¡Jajaja! ¡Qué amable! – La preciosa hembra está complacida. - ¡No es posible que usted no tenga pareja!
-En verdad…, si la tuviera me gustaría que fuera como usted… ¿Está muy ocupada mañana?
-¡Oh! ¡Señor! Y… - ¡Está dudando! - ¡Podría ser! ¡Con usted podría ser! 
-Y esta tarde… ¿está libre?
-Y… ¿si hoy estoy libre…, mañana podré acompañarlo?
-¡Es mi promesa! ¡Inviolable! Está noche cenamos juntos y mañana somos pareja… en el casamiento de mi compañero de ...