1. Maduro casado me uso


    Fecha: 06/06/2025, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Nino McPhee, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    Llegué a su calle y le envié un mensaje:
    - estoy abajo.
    Lo vi asomarse al balcón y me escribió que ya podía subir al piso nueve, después que llamó a conserjería para avisar mi visita.
    
    Al llegar a su puerta, esta estaba semiabierta esperándome. Lo vi por primera vez. Las fotos en su app de citas sólo decían que era activo de 52 años, oso y extranjero. Al verlo me sorprendió su altura. Un real oso. Me hizo pasar, cerro la puerta y de inmediato comenzó a desvestirme. El de quedó con el traje formal azul que llevaba puesto. En un acento distinto me dijo
    - Arrodíllate.
    Yo con un poco de timidez, sin decir nada, obedecí.
    
    Se desabrochó el pantalón y agarrandome de la cabeza frotó su bulto en mi casa. Tenía un olor fuerte, caliente, su trusa estaba caliente con el olor típico de haber sudado. No me molestó, me calentó la forma en que este hombre alto y gordo me trataba, mientras yo desnudo me encontraba de rodillas frente a el que seguía aún vestido. 
    Se quitó la ropa hacia abajo y volvió a ponerse los zapatos muy bien lustrados. Se sentó en un sillón reclinable y me ordenó mamarle la verga que no parecía tan larga, pero la metí en mi boca cuando comenzó a crecer. Era un miembro de unos 19 o 20 cms. El oso se echó atrás con las manos tras la cabeza y yo le comía el pene con ganas, dejando mucha saliva. Queria subirme a él, pero esperé que el lo dijera. Me sentía toda una perra obediente frente a ese animal que me daba órdenes y gozaba de placer con mi forma de comerle la ...
    ... verga. Al rato se puso de pie y me pidió seguirle. Nos fuimos a otra habitación donde tenía una especie de diván. Se recostó, me pasó un preservativo y me dijo
    - Pónmelo con la boca.
    Yo no tenía gran expertiz, pero había visto pelis xxx donde lo hacían con gran habilidad. Al meterlo en mi boca sentí que era rugoso, como con forma de púas y como pude se lo fui poniendo a lo largo de su tronco. El miraba desorbitado diciendo
    - Eso, así. Sin manos. Bien. Ahora subute, puta.
    Mi culito sentía ganas de ser atravesado por esa verga dura. Me subí en él poniendo un pie a cada lado del diván mientras el me agarraba con fuerza de las muñecas. No me dejó usar las manos y me senté sobre su verga lentamente hasta que entró sin ninguna lubricación más que mi propia saliva. Cuando entró la cabeza, él dio un bramido echando la cabeza hacia atrás y yo muy exitado de verlo disfrutar, dejé caer mi culo de golpe hasta el fondo haciéndome doler por un momento. Apreté con fuerza mi agujero para hacerle sentir que estaba todo adentro. 
    - Aaaah, cuánto te gusta mi verga, putita. Salta ahora, muévete 
    - Así? Te gusta así?
    A esa altura yo ya rebotaba sobre su cuerpo y su pene casi salía y entraba deslizándose jugoso afuera y volviendo a entrar. Qué placer sentiaaa yo en ese momento. Cuando salía completamente, yo apretaba mi hoyito para que al volver a entrar sintiera más intenso como me abría como cuchillo caliente derritiendo la mantequilla. El sonido de nuestros cuerpos chocando y el sudor del ...
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