¿QUÉ ES MEJOR: DOS O TRES? - Relatos Eróticos

¿QUÉ ES MEJOR: DOS O TRES?

... disfrutar de la mamita!
La mamá me trajo un café con unas masitas secas… Muy grato servicio. 
-Me entero cuando llega papito, cuando abre el portón del jardín, para entrar la camioneta. ¡Hace mucho ruido… - ¿Qué me quiere decir…? - Así que le puedo avisar con tiempo… 
¿A quién puede avisar? ¿Qué le pasa a esta nena?
Sin más detalles, se puso a jugar en el centro de la sala con pequeñas muñecas en faldas y pantalones extraíbles… Parece que le extraña que, entre las piernas, los muñequitos no tuvieran “nada destacable”. Miraba y buscaba sin encontrar nada… En ese momento la mamá se excusó. (¡Qué pena!) 
-Unos minutos nomás. Termino de planchar y vengo a hacerle compañía…, hasta que llegue mi marido… Por el momento puede quedarse con la nena…, a menos que prefiera venir a verme planchar… ¡jajaja!
-¡Jajaja! ¡No quiero molestar! ¡Me quedo con… su hija! 
-¡Ruby se portará muy bien!
-¡Si mamita! ¡Le puedo hacer compañía al señor…!
-Dani, soy Dani…, llámame Dani…
-Bueno, si. Me gusta “Dani…”, me gusta hacerte compañía… Dani… – La nena me brinda una sonrisa llena de intención…, milagrosamente adulta… 
No sé porque, por la tensión, la oportunidad, el soberano culo de la madre, apenas cubierto por una mínima pollerita, la nena sonriente y complaciente…, vaya a saber el real motivo, la pija se me había puesto al palo. Tal como otras apropiadas veces…, no tuve ningún interés en disimular…, así que la carpa en el pantalón se notaba muy placenteramente.
-Usted perdone, ...

... señor Dani… Dentro de un momento nos reunimos un grupo de amigas y amigos para despedir a una pareja que se casan y se mudan a la ciudad… ¡Jaja! Por eso… ¡tanto despliegue! ¡No soy de andar de fiesta en casa!
-No tiene necesidad de “andar de fiesta” para ser hermosa… Supongo que…
-¡Señor Dani! ¡Es usted muy galante! Cuando me vea de “entrecasa” no pensará lo mismo… ¡jajaja! Mientras tanto…, tenga paciencia… y mi esposo llegará…
Y allí estoy esperando. La nena en sus juegos, pero su vista va permanentemente a mi carpa y sonríe. Supongo que ya sabe de qué se trata… La mamá me había relojeado displicentemente.
-Señor Dani… - Unos tres o cuatro minutos más tarde…, no se adapta al “Dani” a secas. - Señor Dani…, yo… yo veo…, bueee…, usted tiene una carpa entre las piernas…, como mi papá cuando está hablando con la secretaria de la cooperativa. Ella es muy cariñosa, y me trae regalitos…, y a papá le gusta mucho, pues le hace caricias en la cola… y en las tetitas… Yo lo he visto…
-¿Así se le pone? - Entré en el juego. Vaya a saber el resultado. – ¿La secretaria se lo merece?
-Y…, si…, es muy linda…
-¿Y tan duro se le pone a tu papá?
-Si, claro. Usted también la tiene dura…
-¿Sabés por qué la tengo dura?
-Y… no…
-Porque vos son muy linda y me gusta verte…
-¿Le gusta verme?
-Por supuesto. Hace mucho que no veo a una nena tan hermosa… - Sin duda, por su mirada y el color de sus mejillas, a la nena le encanta oír lo que le digo.
-Gracias… señor… Dani… ¡Qué lindo que me diga ...