Noche de fiesta y termine cogido - Relatos Eróticos

Noche de fiesta y termine cogido

... cada centímetro de su verga a dentro de mi.
De pronto escuchamos voces a lo lejos, así que saco su verga rápidamente, mi culo quedó abierto pero no había tiempo, subí mi pantalón y El, el suyo. Caminamos apresurados, hasta perder esas voces.
Esto no se va a quedar así, me dijo.
Claro que no. Mi culo sigue abierto, lo siento abierto deseoso de tu verga, le dije
Después de comprar regresamos a la fiesta. Solo para dejar las cosas y salir de ahí rumbo a su casa.
Llegamos rápido y entramos a su casa. 
Se quito la ropa y yo hice lo mismo.
Una vez en la cama y poniéndome en 4 le ofrecí mi culo. Ahí pude ver su hermosa verga, estaba rodeado de venas que la hacían ver más grande. Besos mis nalgas y metió un par de dedos en mi culo, con eso basto para detonar mi calentura.
Mmmm, así papi...así. Atine a decirle.
Creo que eso calentó más, y después de ese par de dedos, su boca se poso en mi culo, haciéndome la noche, mi cola estaba caliente queriendo verga, su lengua trataba de violarme, que cosa mas deliciosa, su lengua y sus labios besaron mi culo. Para después sentir como recargaba su verga en la entrada, no tardó mucho en entrar, sus manos se aferraron ...

... a mis caderas para evitar que yo escapara. Sentí cada centímetro de su miembro dentro de mi; mi culo estaba lleno de el y sin dudarlo más le pedí que comenzará a bombearme.
Sus movimientos eran fuertes, sentí como su pelvis rebotaba contra mis nalgas y su verga entraba y salía.
Yo estaba disfrutando, por dentro me sentía arder y su verga me hacía gemir y gozar.
El dolor se había convertido en placer y mientras mi culo era taladrado, yo me pajeaba con una mano y con la otra sobaba los huevos de Antonio.
Pasaron algunos minutos, hasta que sentí como su verga se hinchaba, venía lo mejor y así fue. Una descarga de leche inundo mi culo, vino otra y otra. Hasta que por fin Antonio dejo de jadear, al sentir esas descargas en mi culo también yo terminé vaciando mi leche en la cama.
Mientras nos recostabamos, Antonio saco su verga flácida y de entre mis nalgas broto ese líquido lechosos y con gusto me lo unté por todas las nalgas.
Termine exhausto y mi culo complacido por tremenda verga.
Esa noche regresamos a la fiesta, como si nada hubiera pasado, aunque la verdad mi culo estaba deseoso de más verga. Pero eso tenía remedio y se los contaré en otro relato.