Incesto insólito - Relatos Eróticos

Incesto insólito

... fantasías con ella ni le habia dedicado jamás una paja en su honor. Pero todo cambió esa noche de marzo.
Me dijo simplemente: “garchemos con todo, después hablamos”. 
Dicho eso, se desencadenó una fiesta sexual bastante hot. Mi madre hablaba poco, pero lo necesario para obedecer y calentar motores. Se sacó el camisón y me hizo prender el velador pequeño de la mesita de luz, que iluminaba algo como para vernos los rostros y los cuerpos, pero con poca luminosidad, como para darle clima erótico a la habitación. A media luz, me sacó el calzoncillo y quedé con la verga parada. Se me tiró encima y sin decir nada me empezó a besar desaforadamente. Lenguatazos profundos y jadeos entrecortados. 
Se agachó y me agarró el pingo. Me empezó a pajear y me dijo cortante: “Te voy a chupar la pija” y ahí nomás agachó la cabeza y le entró a dar. Estuvo como diez minutos saborenado mi poronga, a la que escupía, se la pegaba en los cachetes y se la pasaba por la frente, los cachetes, la cara toda. Disfrutó de mi pedazo de verga dura hasta que me pidió: “Chupame la concha”.
Obedecí y la di vuetas. De espalada ella al respaldo de la cama, me agaché entre sus piernas y entre a lamer sus labios vaginales. Mucha lengua en el clítoris y deditos ayudando. Le pregunté si le gustaba que le metiera un dedo y me dijo: “Si”. 
Le metí dos dedos y la empece a pajear fuerte. Mejor dicho, casi a coger con la mano. También le seguía chupando el clítoris y la pajeaba…. Hasta que acabó…… Se mojó toda. ...

... 
Que lindo, que rico, dijo…. Luego de un gemido ahogado por un fuerte orgasmo. 
Ahora cógeme, me ordenó y se la puse en cuatro…. Caderona y con buenas nalgas la agarraba de la cintura y de las nalgas… Gemía bastante a medida que mi pija embestía bien adentro de su concha. Sus grandes tetas se movían y yo desde atrás trataba de agarrarlas para estrujarlas. 
Empezó a gritar cada vez mas fuerte y como si tuviera vergüenza puso su cara contra la almohada tapando sus gritos que eran desaforados dado que mi pija estaba al palo y taladrando duro, fuerte y rápido. Se empezó a mover y acabó por segunda vez. 
Se tiró a descansar un rato y apretamos como dos estudiantes en celo. Ahí pude tocarle, besarle y chuparle las tetas hermosas a más no poder. Ella se dejaba. CHupame otra vez abajo me pidió y entonces por segunda vez empecé a chuparle la argolla y a masturbarla. Acabó a los pocos minutos. 
69 dijo y asi cumpli. Nos dimos vuelta y cada uno hizo lo suyo durante un buen rato. 
Ahora cógeme, quiero tu pija otra vez y se sentó sobre mi pindonga de frente a mi.  Me montó como en las porno y empezó a gemir al sentir los pijazos que le clavaba. Podía ver su cara de goce y eso me daba mucho morbo. También sus tremendas tetas flameaban delante mio y podía apretarlas y chuparas. De a ratos cuando se tumbaba contra mi pecho, sentía todos sus senos rozarme y yo le agarraba con las manos el culo, mientras ella lo movia para seguir dándose placer. 
En un momento, siguió sentada, pero se dio ...