Chucho, mi amor de juventud - Relatos Eróticos

Chucho, mi amor de juventud

... del sillón, se acercó a la ventana, cerró las persiansas, para luego despojarse de su pantalón, dejando ver que debajo llevaba un ligero y medias blancas, junto con una pantaleta tipo brasileña. "¿Esto responde tu pregunta, Migue?" me dijo mientras se giraba sobre sus talones, luciendo su ropa. Yo tragué saliva y simplemente me levanté del sillón, me quité los pantalones y mi truza, me acerqué a Chucho, quien estaba extasiado viendo mi miembro erecto. Lo tomé por la cintura, le planté un beso a la vez que tomé su mano derecha y la puse en mi pito. Chucho lanzó un suspiro y comenzó a masajear mi miembro.

"Chucho, por favor, chupa mi pito", le dije con la respiración entrecortada. Él no dijo nada, simplemente me llevó de regreso al sillón, se sentó y yo de pie, me puso delante suyo, para sin mediar palabra alguna, comenzar darme una mamada deliciosa, lamiendo mis testículos, mi tronco y chupando y lamiendo mi glande. Era mejor que las fantasías que había tenido al respecto, pues Chucho era un experto en el sexo oral. Yo cerré los ojos para disfrutar cómo Chucho me masturbaba el tronco con una mano, mientras con la boca me chupaba y lamía la cabeza de mi pito.

No sé cuánto tiempo estuvo Chucho dándome placer oral, solamente sé que ya no podía retener más mi eyaculación, así que con jadeos, así como con la voz entrecortada por la excitación, le dije, "Chucho, me voy a venir, por favor, quiero que te bebas mi semen". Tan pronto dije estas palabras, Chucho lanzó un suspiro, ...

... para con voz melosa decirme, "papi, claro que me tomaré tu lechita" y volvió a poner sus labios en el glande para que justo en ese momento, yo alcanzara el orgasmo, lanzando un chorro de semen directo a su boca, mientras Chucho sin sacar mi glande de su boca, hacía esfuerzos por tragarlo todo, sin dejar que ni una sola gota se le escapara. Yo estaba tan extasiado que lancé un grito de placer. Como terminé temblando luego de mi orgasmo, Chucho se levantó, me abrazó, ayudándome a sentar en el sillón, acariciando mi rostro, ademas de besar mis labios, donde pude saborear algo de mi semen.

Así nos quedamos unos 10 o 15 minutos, cuando ya reestablecido le murmuré a Chucho, quien seguía abazado a mi, "gracias, fue maravilloso", a lo que él respondio con un, "al contrario papi, gracias por dejarme disfrutar de tu pene, estabas verdaderamente caliente". Yo, preocupado por la hora, le pregunté, "¿A qué hora llegan tus papás?", a lo que Chucho contestó risueño, "mi mamá está en casa cuidando a mi abuelita, por lo que no regresará hasta mañana por la noche".

Para ese momento decidí confersarle a Chucho que era la primera vez que estaba con un hombre, que era virgen y que únicamente me había masturbado. Chucho, de manera muy comprensiva, se acercó a mi, me abrazó, dándome un beso me dijo, "no te preocupes, Migue, yo te puedo estrenar en ese sentido". Chucho tomó mi mano, conduciéndome a su habitación, escaleras arriba. Una vez en su recamara, me quitó la ropa delicadamente, mientras ...