Mudanza y placer 2 - Relatos Eróticos

Mudanza y placer 2

Los días que faltaban para ir aquella casa se me hicieron extrañamente muy largos y excitantes no sé lo que esperaba pero el placer de haber comido mi primer coño y follado con una mujer superaba de alguna manera la humillación de haber sido obligado a comer polla leche de macho morrearme  con un hombre y ser enculado esto último con las consecuencias que habían quedado en mi ano completamente dolorido durante unos cuantos días. 

Sabía  a lo que iba sin ninguna duda deseaba todo lo que había acontecido la vez anterior todo en el mismo pack. 

Cuando llegue a la casa mis nervios y mi situación estaban parejos, me abrió aquel hombre con aquella sonrisa llevando puesto un diminuto slip escondiendo aquel pollón. 

Me saludó efusivamente abrazándome y antes de que me separase de él comenzó a besar mi boca yo ofrecí mi lengua y durante un buen rato allí mismo nos besamos apasionadamente sentí como mi polla había adquirido su dureza y tamaño. 

El señor enseguida me dijo que me había echado de menos mi boca mi culo y ese cuerpecito de joven  qué tenía ganas de mí, yo inocentemente le comenté que ya me encontraba allí para disfrutar. 

Mi primera gran sorpresa fue que cuando llegamos al salón había un hombre aproximadamente de unos cuarenta años completamente desnudo sobándose la polla. 

Este es un amigo que ha venido el fin de semana para pasarlo bien igual que tú. 

No acababa de terminar de entender muy bien la situación ya que en ningún momento vi ni sentí a la ...

... señora mientras acercándome hacia el sofá aquel tipo se levantó cogiéndome de la cintura no tuve duda sobre lo que deseaba allí mismo nos dimos un buen morreo mientras él dirigía sus manos ahora a mi culo y comenzaba a desabrocharme mi pantalón mientras el señor desde atrás metía sus manos por debajo de mi camiseta para agarrar mis pezones. 

Enseguida estaba completamente desnudo y sentí a los dos hombres pasar sus lenguas por mi espalda mi cuello mis pezones hasta bajar uno por delante y otro por detrás a la zona de mis genitales ahora unas manos abrían mis nalgas y sentía aquel cálido aliento y la humedad de una lengua en mi ano mientras la otra boca chupaba mis pelotas y mamaba mi polla. 

Aquello me parecía increíble un placer que me estaba llevando al borde del orgasmo y así se lo hice saber, automáticamente aquel chico comenzó a comer el culo del señor así que yo me quedé con su pollón comenzando a hacer una mamada igual que la que me habían hecho a mí saboreando hasta el último centímetro de polla y pelotas.

Todo aquello le estaba dando un gran placer al señor y yo sentía como mi excitación no bajaba ya que mi polla se mantenía completamente tiesa, aquel chico me pidió el intercambio diciéndome que quería también tener aquel pollón en la boca por lo que me quedé un tanto perplejo si tenía que ir a comerme el culo del señor. 

Saqué mi instinto más guarro y comencé a pasar la lengua por aquella raja sin pararme en su esfínter a lo que aquel hombre me replicó y ...