1. Mi puta personal de 10 años.


    Fecha: 01/01/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Voy a comenzar este relato describiéndome a mi y a mi hermana. Soy hombre, tengo 21 años, mido 1. 88, moreno, desde chico jugué al futbol americano por lo que tengo un cuerpo bastante fornido y masculino, mi pene mide 18 cm y mi rostro es bastante promedio aunque tirando a feo. Mi hermanita tiene 10 años, mide 1. 50 aprox. , usa el cabello hasta los hombros, es bonita, piel blanca, tetas promedio pero unas piernas y un culo bastante desarrollados para su edad. Todo comenzó hace algunos meses. Mi familia es bastante humilde, aunque sin caer en la pobreza. Vivimos decentemente, sin lujos o privaciones. Tenemos una casa en una zona algo despoblada de nuestro país, por lo que siempre estuvimos bastante acostumbrados a una vida tipo rural, a estar en contacto con la naturaleza, árboles, animales, montes y cosas así. En mi localidad no hay universidades, por lo que me vi obligado a trabajar un tiempo para ahorrar dinero y poder salir a la ciudad más cercana a estudiar la universidad. Conseguí un departamento, un trabajo de medio tiempo y mi ingreso a la universidad. Pasó mi primera semana como un hombre independiente y no podía sentirse mejor. Podía estar desnudo todo el día, masturbarme en la sala, ver porno sin audífonos, llevar amigas y coger sin preocupaciones en la sala, en la cocina, en mi recámara o en el baño. Era perfecto. A la segunda semana mi mamá me contactó por whatsapp para una "propuesta" según sus palabras. Resumiéndolo, le habían contado de una escuela primaria ...
    ... muy buena en la ciudad en la que yo me encontraba. Podían costearla, pero el problema eran los traslados. De mi localidad natal a esta ciudad se hacen 4 horas con buen tiempo y tráfico. Mi madre prácticamente me estaba rogando que recibiera a mi hermanita en mi departamento y ejerciera como su tutor. Tendría que llevarla y traerla de la escuela, darle de comer, reajustar mis horarios para poder cuidarla por las tardes, pero lo peor: renunciar a mi vida de soltería desenfrenada. Acepté de mala gana. El fin de semana fui a la estación de autobuses a recoger a mi hermana que vendría en compañía de mis padres. Me dieron algunas indicaciones y las maletas de mi hermana. Se despidieron emotivamente y se fueron. Un amigo me había prestado su automóvil para ir a recogerla. Subí las maletas en la parte de atrás y mi hermanita se sentó en el asiento del copiloto. He de decir que jamás había mirado a mi hermanita con malos ojos, pero ese día se veía espectacular. Llevaba puesta una blusita de tirantes que dejaba apreciar su busto en crecimiento, y unos pantalones de yoga bastante ajustados con los que sus piernas se veían exquisitas. Se le marcaba un poco su vaginita. Siempre nos llevamos bien, y en todo el trayecto hacia mi apartamento no paramos de bromear y platicar como sólo pueden platicar dos hermanos. Ella me tiene bastante confianza. Al llegar al apartamento mi hermanita estaba fascinada porque íbamos a vivir juntos sin supervisión de mis padres. Ella no lo veía como algo morboso, ...
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