Mis aventuras en una escuela rural - enamorado de mi hermoso alumno 2 - Relatos Eróticos

Mis aventuras en una escuela rural - enamorado de mi hermoso alumno 2

... sumamente ancho. Definitivamente, Isaac era perfecto de la cabeza hasta los pies. 

Mientras lo seguía besando, fui bajando mi mano de sus pezones hasta comenzar a tocar su pene. Él me miró con curiosidad y tristeza, esperando a que me expresara de su enorme miembro. Sabía que para él era un tema delicado, pues desde su padrastro hasta el resto que se lo cogía, siempre se lo lastimaban de alguna forma. Incluso me llegó a contar que varios lo pateaban en los genitales. 

Yo, al saber de su trauma, le dije que si le podía besar su pene como lo había estado haciendo con su boquita, que lo tenía muy hermoso y necesitaba tenerlo en la boca. 

Él me miró con felicidad y asintió con mucho gusto. Por fin bajé y pasé mi lengua varias veces por su glande, disfrutando al máximo su rico sabor, pero cuando pude meterme su pene por completo a la boca, Isaac se comenzó a venir en gran cantidad que yo bebí con gusto. 

Isaac se disculpó diciendo que había sentido muy rico y que nadie nunca había puesto su boca ahí. Yo lo miré y no dije nada; solo comencé a besar su pene desde la punta hasta llegar a sus testículos para olerlos y besarlos. Isaac estaba bastante sorprendido de cómo besaba tus testículos con tanta devoción. 

Después de haber podido disfrutar al máximo el cuerpo de Isaac, por fin llegué a dónde quería; le pedí a Isaac que se pusiera boca abajo. Me quedé embobado viendo su perfecto trasero, redondo y bien formado. Comencé a morder sus glúteos; era una mezcla de besos y ...

... mordidas hasta que por fin comencé a pasar mi lengua por su cavidad anal. Isaac solo comenzó a gemir en voz baja. Pero entre más jugaba mi lengua con su anito, más intensos se hacían sus gemidos. 

Hice que se pusiera de lado para así con mi lengua darle placer anal mientras que con mi mano no dejaba de masturbar su duro miembro, así hasta que pasó lo inevitable e Isaac se comenzó a venir por segunda ocasión. 

Después de eso subí hasta volver a besar sus labios; ahí Isaac me suplicó que por favor lo penetrara, que con todo lo que le estaba haciendo no podía más que pensar en tenerme dentro de él. 

Le dije que yo también me moría de ganas de hacer eso. Isaac sonrió e intentó volver a ponerse de espaldas, pero de nuevo lo detuve, pues le dije que quería ver su hermoso rostro mientras mi miembro iba entrando en él. Por mis palabras, Isaac se sonrojó y no pudo evitar sonreír de felicidad. 

Subí sus piernas a mis hombros mientras sus ojos no dejaban de verme fijamente; ambos sabíamos lo mucho que deseábamos esto. Cuando puse mi pené en su entrada anal, de inmediato comenzó a suspirar, y pude ver cómo su hermosa carita iba reflejando una mezcla de dolor y placer a como yo iba metiendo mi pené en sus entrañas. 

Cuando mi pene estuvo por completo dentro de su ano, me detuve un momento para besarlo y decirle lo mucho que lo amaba. A lo que inesperadamente comenzó a soltar lágrimas; esto hizo que me detuviera pensando en que a lo mejor me había sobrepasado. Pero Isaac me ...