ÁNGEL,EL JUGUETE SEXUAL DE MI CHICO Y YO(3º PARTE)
Fecha: 01/01/2019,
Categorías:
Gays
Autor: popito, Fuente: RelatosEróticos
ÁNGEL, EL JUGUETE SEXUAL DE MI CHICO Y YO (3º PARTE)
3º PARTE
Tras la majestuosa mamada que Ángel nos propinó a mi chico y a mí era el momento de empezar a devolverle los placeres que él nos había aportado durante todo ese rato.
Agarré por las axilas a Ángel y le levanté del suelo de un solo tirón. Me encontraba tan excitado que fue un peso pluma lo que noté al levantarlo. Le abracé fuertemente y le comí la boca con mi lengua. Sus labios y lengua aún estaban pringosos y lubricados por la cantidad de líquido preseminal que había paladeado. Noté en mi propia boca la viscosidad de su saliva junto con el presemen que había sacado de nuestras pollas. Mientras tanto, Diego, le empezó a abrazar por detrás e hicimos de Ángel un sándwich, yo frente a él y Diego a su espalda, arrimando la polla a su culo y besándole el cuello. Así estuvimos durante unos minutos. Ángel era único que aún estaba vestido y se le notaba claramente acalorado entre la excitación y la presión de nuestros cuerpos contra el suyo. Me separé de él y le quité rápidamente la camiseta ajustada que llevaba puesta, dejando al aire su precioso torso y abdomen. ¡Ciertamente estaba más musculado que hace unos años! Sus pectorales resaltaban prominentemente sobre su tórax y en su abdomen se dibujan perfectamente sus músculos abdominales. Nos situamos mi chico a su izquierda y yo a su derecha. Ambos empezamos a besarle la boca, cuello, y pezones. Yo le levanté un brazo y lamí su axila que ya estaba ligeramente ...
... sudada, sabía salada pero su olor no era malo, aún olía a desodorante. Cuando quise darme cuenta, mi chico ya estaba de rodillas con la cabeza a la altura de su polla que aún estaba cubierta por las bermudas y calzón. Dejé que Diego disfrutara descubriendo su polla. A mí, la verdad, mamar pollas no me gusta mucho, aunque a mi chico se la mamo, pero no es algo que me excite especialmente. Por eso, senté a Ángel en el sofá, frente a Diego y yo le metí la polla nuevamente en la boca y empecé a follársela fuertemente. Estaba empezando a emerger el animal que llevo dentro. Le agarré la cabeza con las dos manos y le propiné unas folladas en la boca que le produjeron arcadas de lo profunda que se la metía. Miré para abajo y ví que Diego ya le había quitado las bermudas y lucía unos slips preciosos de color rojo que dejaban marcada su polla erecta de apenas 15 cm. A diferencia nuestra, su slip no estaba manchado de líquido preseminal. Diego lamía y mordisqueaba todo el recorrido de su polla sobre el calzón y con una de sus manos se masturbaba a sí mismo. Yo seguía con el metisaca de mi polla en la boca de Ángel. De vez en cuando, le daba unos cuantos pollazos en la cara y le obligaba a que me mirara a la cara con esos ojos azules tan penetrantes y que ahora tenía una mirada viciosa y entregada a lo que yo quisiera. Diego ya le tenía totalmente desnudo. Era de una belleza sobrenatural, parecía un adolescente con esa carita angelical. Pude notar cuándo mi chico le empezaba a comer la ...