1. Mi esposa Cinthya y mi viejo jefe 1


    Fecha: 17/07/2025, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: latintaboo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... de saludar a don Ernesto nos ubicamos en una mesa junto a unos compañeros de mi trabajo. La música era rítmica y muchos de mis compañeros salían con sus parejas a bailar, yo por mi parte no soy nada bueno bailando.
    
    -Cariño vamos a bailar
    
    -Sí, está bien vamos -lo hice solo para complacerla
    
    Bailamos 2 canciones y yo ya no quería salir más a bailar, así que regresamos a la mesa a sentarnos, Cinthya estaba un poco molesta porque todos bailaban, pero ella me entendía. Tampoco la invitaban a bailar claro estando yo presente supongo que no querían incomodar. Así que para aligerar mi carga y cambiar un poco el ánimo le dije que iría por unas bebidas ya que había barra libre así que podíamos pedir lo que quisiéramos. Mientras estaba en la barra observe a Cinthya a lo lejos, ese vestido en verdad le quedaba espectacular, su figura resaltaba de manera sensual, aunque su rostro reflejaba una mueca de enojo que la hacían ver más sexi.
    
    Estaba esperando mi pedido y de nuevo voltee a ver a Cinthya, pero esta vez estaba don Ernesto con ella charlando en la mesa, me pregunte de que estarían hablando. De un momento a otro Cinthya cambio su rostro de enojo a estar riendo mientras hablaba con don Ernesto, me sorprendió la habilidad del viejo Ernesto para hacer cambiar de animo a mi esposa. Mientras esto pasaba me dieron los tragos y volvía a la mesa.
    
    -¿Don Ernesto en que le puedo ayudar? -no se me ocurrió decir nada más.
    
    -Nada Héctor solo pasaba por las mesas y vi a tu esposa ...
    ... sola y pensé en hacerle compañía. -con una sonrisa enigmática
    
    -Si es que fui por unos tragos.
    
    -Oh, ya veo. Ahora me dio sed también a mí. Por favor, Héctor, ¿me puedes traer un trago? -solicitó don Ernesto, mientras sus ojos se posaban en Cinthya, quien lo miraba con curiosidad.
    
    -Claro, enseguida lo traigo. -Aunque no me hacía mucha gracia dejar a Cinthya sola con él, pensé que podría ganarme algunos favores con don Ernesto, así que me dirigí al bar.
    
    Mientras esperaba, no podía evitar girar la cabeza de vez en cuando para ver qué hacía Cinthya. La vi riendo, disfrutando de la conversación con Don Ernesto. Su risa era contagiosa, pero había algo en la forma en que él la miraba que me inquietaba. En un momento, ella se puso frente a él y, con un movimiento lento, seductor y algo torpe, se dio una vuelta, mostrando su deliciosa anatomía perfecta, la tela se ceñía a su figura, resaltando su cintura fina, ese vientre plano gracias a sus horas de ejercicios y sobre todo su culo que luchaba por no reventar su vestido.
    
    Cuando termino de dar su vuelta, él le dijo algo al oído, y ella respondió con su rostro lleno de sorpresa seguida de una risa contagiosa, en ese momento me pregunte que le había dicho para que ella reaccionara de esa forma. Seguía esperando así que apuré a los del bar para que me sirvieran el trago.
    
    Cuando finalmente lo tuve en la mano, miré hacia la mesa y ya no vi a Cinthya ni a mi jefe, los busqué con la mirada y los encontré, ellos estaban en la ...
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