Mi jefe me convirtió en su amante. 2 - Relatos Eróticos

Mi jefe me convirtió en su amante. 2

... contador, quien no perdió tiempo en mostrarme su deseo por disfrutarme como mujer y también tuve que modelar unas prendas para unas clientes de la boutique. Sin embargo, el viernes de esa semana, por la tarde, me llevaron un vestido muy cortito y entallado, de color azul marino, con el que mostraba todas mis piernas y se me notaban mucho las nalgas y tacones altos, además del resto del atuendo, porque el cliente quería verlo puesto en una mujer y que le expresara las ventajas de ese vestido, así que me pidieron que lo convenciera. 

          Cuando me vestí con ese atuendo fui a ver al cliente y grande fue mi sorpresa cuando vi que ese cliente era mi padrastro, por lo que al vernos, a mi se me fue la voz y él me dijo “lo sabía, eres una mujercita muy sabrosa, qué piernas y qué nalgas, serán mías”, yo seguía en shock por la impresión y me dijo ese señor “llamaré a tu madre para que te vea” respondiéndole que no y me dijo “dime algo para convencerme que no lo haga” y como guarde silencio, el marco el teléfono de mi mamá pero antes de que ella respondiera le dije “no por favor y haré lo que quieras”, a lo que me dijo “que me ofreces” y fue que le dije “por favor no llames a mi mamá y no le digas, a cambio te daré mis nalgas, pero hasta el martes”. Por lo que de inmediato me tomó unas fotos y me ...

... respondió “porque hasta el martes, porque no hoy o mañana” y le dije que era porque me sentía muy mal, y que el médico me había recomendado reposo, además agregué “si esperas hasta el martes te daré una sorpresa” y me respondió que estaba de acuerdo, que pasaba por mi al trabajo y que me llevara ese mismo vestido que ya pagaría, y agregó que me llevara lencería. Y le dije que porque no mejor que se hospedara en algún hotel y yo llegaba a su cuarto, y obtuve un no por respuesta porque señaló “quiero que me vean contigo por la calle y entrando al hotel para que vean la rica puta que me comeré, es eso o llamo a tu mami para que venga” y respondí que estaba de acuerdo. Así que me tomó del brazo y me dirigió a la caja para pagar el vestido. Luego se me acercó al oído y me dijo “disfrutaré tus nalgas y te cogere tan bien que seguido me pedirás que te coja porque necesitarás darme tus nalgas”. Y se retiró.,

          Yo me quedé pensando, si he de darle mis nalgas a los hombres, primero será mi jefe porque me gusta y lo quiero mucho y luego mi padrastro y también pensaba que ya sabía como se sentían las mujeres cuando los hombres les daban a entender que solo querían cogerselas, pues yo sentía que los hombres solo me veían como un objeto o juguete de sexo. Luego ya paso el resto del día sin novedad.