Viajando rumbo a Guadalajara. (Primera venida)
Fecha: 28/07/2025,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: Octopussy71, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... vaginales. Ahí fue donde dude por unos instantes, me sentía completamente excitado y ya mojada mi truza. En ese momento decidí doblar mis dedos y dejar extendido solo el dedo medio y lo pasé unas tres o cuatro veces por su puchita arriba del pantalón. Era la gloria para mí en se momento, estaba casí fuera de mi mismo. Me daban ganas de plantarle un beso a mi bella durmiente, y agarrarle por completo su “cuca” con la mano totalmente abierta.
Pero me contuve y decidí dejarlo así, volví a taparle su vientre pensando que ya había sido suficiente. Lentamente y volví a mí posición, estaba muy tembloroso y turbado, traté de calmarme hasta que me volví a quedar dormido.
Luego de un rato desperté de nuevo y ella ya no estaba recargada en mi hombro, ahora estaba durmiendo recta y tapada muy bien con su chalina, la observé unos segundos y me volví a dormir.
Minutos más tarde nuevamente desperté y ella estaba acomodanda de costado hacia el pasillo, ahora sí, sin recato le miré directo a las nalgas que apuntaban hacia a mí, estás no estaban cubiertas por la chalina, recargué mi mano derecha sobre el asiento para sentir sus nalgas con el dorso. ¡Otra vez estaba yo exitado y nervioso!
Al cabo de unos minutos mi excitación seguía subiendo, por lo que ahora sí decidí posar mi mano derecha abierta por completo sobre su nalga izquierda, la subia y la bajaba sin apretar para sentirla toda. Otra vez me empezaba a desquiciar, me volví hacia ella como cucharita pero sin pegármele, ...
... a dos manos le empecé a agarrar ambas nalgas, solo caricias, sin presionar, aquello cada vez más era para mí la locura, cada vez le acariciaba más abajo de sus nalgas sintiendo también la parte posterior de sus piernas. No me contuve y exploré entre la unión de sus piernas y nalgas, y pude sentir su “cuca” nuevamente ahora de espaldas, la acaricié suavemente, una vez, dos veces, una vez más. ¡Yo ya estaba enloquecido! no aguanté más y que me saco el monstruo completamente erecto y babeante, con mi mano lo dirigí a sus nalgas y en medio de ellas lo pasé como si fuera una brocha de arriba hacia abajo, una vez, dos veces, y a la tercera no pude más, exploté en un venida formidable que apenas me dio tiempo de guardarme el pene para no venirme en su ropa mientras sentía por dentro de mi truza como explotaba mi eyaculación y me inundaba la ropa interior.
Una vez que terminaron los espasmos de mi monstruo y saqué el veneno que se me había acumulado me acomodé nuevamente temeroso de que alguuno de los demás pasajeros se hubiera dado cuenta, envuelto entre el nervio y la excitación me volví a quedar dormido.
Cuándo volví a despertar, ella ya estaba despierta y se había acomodado bien nuevamente. Pedí permiso para pasar al baño a tratar de limpiarme un poco, porque la verdad es que si bien es placentero venirte después de una buena manoseada o restregada, la sensación de traer todo tu semen embarrado por dentro de tu ropa interior no es agradable. Regresé a mi asiento y ambos ...