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Un sueño selvático con mi hermana
Fecha: 16/08/2025, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Berlith, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... excitación. Continúe pasando mi lengua lo máximo extendida alrededor de sus paredes internas y entre sus labios vaginales para terminar con su clítoris que la hizo arquear su espalda casi como una araña. No pudo más, se desquicio como drogadicta a la cocaína o gata sobre el ratón salto sobre mi falo y se lo ensarto Inicialmente poquito a poco y luego la mitad y completo al final. No bastándole sus gemidos libres se podían oír creo a 30 m, Pero me valía mierda quien nos oyera esta vez. Yo no escapaba tampoco. Mis gemidos se confundían con las de ella. Hasta me animé a gritar fuerte como nunca lo hice en el vecindario. Nos sentimos como si descargáramos nuestro estrés, inseguridades, En tanto ella seguía moviendo su pelvis delante hacia atrás con los ojos cerrados como ciego tratando de meter la llave en el agujero de la cerradura del placer dentro de su vagina. Ella apoyaba sus manos sobre las mías, exhalando y respirando por la boca. Que linda imagen de su rostro como toda una puta, ramera, arrecha y yo a punto de reventar. Y ella se dio cuenta y me pedía que se lo dejara dentro de su vagina. Claro, Pero a mi modo. Así que la abracé y me di vuelta sobre la cama con ella bajo mío con mi pinga dentro. Pero ella siguió moviendo su pelvis tratando de seguir frotando mi glande contra sus paredes vaginales. Y comenzó el mete saca. Entra sale entra sale mi falo le sacaba leche vaginal en cada bombeo que le arremetía. Sus gemidos y palabras entrecortadas me levantaban el ego del ...
... macho sobre la hembra. Es como sentir una sensación de dominio sobre otro ser vivo, entrega sumisión mi hermana de sangre y carne. Todo consentido y permitido por ella hasta lo más dentro de su mente de su corazón cuerpo alma y espíritu. Me hizo sentir su amo y dueño. “¿Amor, dentro o fuera?” le pregunte y su gemido de respuesta fue “aadentro…pree…ñameee…aaah!”. Sonrei y exclame “Tus deseos son órdenes” a mi esclava sexual sumisa. Seguía escuchando sus gemidos sus entre cortas palabras con cada embate que propinaba mi virilidad hasta que con un fuerte empujón que ella sintió algo calientito le abrigo más su vientre. “mi amor que lindo siento mi barriguita” dijo alegre. Ahora la puse en cuatro patas y proseguí bombeando su vagina. “¡¿Todavía no te hemos vencido?!!” pregunto riéndose al notar que el juego del amor NO FINITI. Luego le respondí. ” Son años de leche guardada que te tengo”, claro que era mentira. Que hombre se pone monje. Ni ellos creo. Así que me apoyé sobre mis pies y seguí golpeando su vagina. Fue como haciendo ejercicios tipo Kungfu. Solo que la sujetaba por su pelvis. Sentía sus posaderas chocando contra mi ingle y mis huevos golpeando su clítoris. Y sin remordimiento alguno le nalguee con mi mano que y se me fue la fuerza que chillo y le deje rosada la pompis. “Meetee méteme más!” gritaba y “Aaah…aaaaahhh Si más ..riega miii uutero Hoooy dormiré coooo ..n tu leche dentroooo nininiii me lavaaaree” trataba de comunicarse. “Sigue haabla” le pedí mientras seguí con ...