Móviles -7
Fecha: 10/08/2017,
Categorías:
Lesbianas
Autor: perrofiel, Fuente: CuentoRelatos
-Despierta Flor -Su dulce y autoritaria voz me despierta, sacándome del ensimismamiento profundo del sueño-. Hoy te toca descanso. Ve desperezándote que hasta van a hacerte las tareas de la casa. Te va a gustar la sorpresa. Date una ducha rápida y espera desayunando desnudo.
Me levanto de la cama, alterado por Su despertar, por Su melodiosa voz que me penetra tomando el mando de lo que le pertenece. Abro le grifo de la ducha hasta que el agua caliente empieza a salir. Entro en la bañera y, de pie, noto la humedad que se reparte por todo el cuerpo, desde la cabeza a los pies. Me nito feliz, tranquilo mientras empiezo a enjabonar todo ese cuerpo, levantado espuma por cada centímetro de mi cuerpo, del cuerpo que le pertenece. Enjabono los huevecillos y la pollita, que toma consistencia al notar la suavidad del gel y del agua que la envuelve. Derramo más jabón en las manos, retiro las nalgas y me esmero en dejar limpio y perfumado cada rincón, buscando la entrada del culito e insistiendo para dejarlo preparado, aunque no sé muy bien para qué. A Usted le gusta así y me esmero para dejarlo como le guste tener a Sus propiedades, cuidadas.
Con la toalla, suave, aún perfumada por el suavizante, seco la cabeza, el cuello y el cuerpo, dejándolo un poco húmedo pensando que así el aroma del gel penetrará mejor por los poros.
Me dirijo a la cocina y, después de preparar un café con leche empiezo a beberlo mientras terminan de hacerse las tostadas que cubro con deliciosa ...
... mantequilla. Me como las dos, a la vez que termino el café con leche. Me dispongo a recoger cuando vuelvo a oír Su voz.
- No Flor, no recojas. Hoy no te toca a ti hacerlo. Ya te he dicho que hoy vas a tener quien lo haga. Espera sentado.
Vuelvo a sentarme, desconcertado ante los cuidados de mi Ama. La espera se hace larga, aunque solo han pasado unos minutos. Suena el timbre de la puerta. No me atrevo a abrir así, desnudo. Miro alrededor buscando algo que ponerme rápido, pero solo hay unos trapos de cocina. Vuelve a sonar el timbre. Tardo en reaccionar.
- ¿No abres Flor? -me pregunta, dejándome ver Su sonrisa que me envuelve y me toma-. No es bueno hacer esperar a las visitas. Tendremos que corregir eso - me levanto, lleno de vergüenza, desnudo, en el lugar que me corresponde. Cojo el móvil y me dirijo a abrir. Muevo la hoja de madera, situándome detrás, ocultándome. Empiezo a asomar la cabeza.
- Así no Flor. Eres muy descortés. Atiende a la visita como se merece. Y deja de esconderte.
La visita no entra, no dice nada. Abro del todo la puerta y aparezco rebajado ante ¡Laura! Me invade la vergüenza, el ridículo. Pienso en que alguien pueda pasar en ese momento, en el espectáculo que ofrezco, desnudo ante alguien que no conocen. Por suerte no pasa nadie. Me aparto y dejo que Laura entre. Deja caer un tenue saludo. Pasa por delante mío, con la falda dejando ver sus nalgas cubiertas por una bonita braguita granate.
-Bien Laura, ya sabes lo que tienes que hacer. La casa ...