De desvirgar a ser desvirgada - Relatos Eróticos

De desvirgar a ser desvirgada

... sentaba fatal. Le dije de forma sincera y sin segunda intención que podríamos ir a mi casa, bien cerca de alli y que prepararía algo saludable y agradable para ambos

La cena fue tranquila y entretenida, se sorprendió de ver qué yo tenía una consola, se sentó al sofá y se puso a jugar mientras yo ordenaba la cocina y me sentía atendiendo a mi hijo cuando me visitaba. Lo dejé solo unos instantes, me fui a mi habitación y sin anticiparle nada me vesti para dormir, o bueno...no...me puse una tanguita negra de aquellas que enloquecen a mis amantes, un babydoll y salir sin zapatos, de cabello suelto. Es curioso que al entrar a la sala, el estaba como echado en el sofá, con una mano en el control y otra debajo de sus pantalones como sujetando su herramienta, me miro confuso, vio hacia el televisor y la verdad ya no estaba jugando sino que veía un programa nocturno con unas modelos allí bailando mostrando sus atributos y el con todo el bulto en la entrepierna y su mano bajo la ropa como queriendo contener un monstruo

La situación fue confusa y rápida, tiro su mano. On brusquedad, busco el control remoto y apago el televisor sin dejar de verme en tanto que yo avance hacia el y me subí sobre su cuerpo, echándome a sus brazos y dándole un beso que no conseguí que sea correspondido. Este virgen me iba a dar trabajo pensé.

Sus manos sin embargo bajaron rápido a coger mis nalgas, apretó mi cuerpo contra el suyo, bajó la mirada y se dirigío a mis senos con desesperación, ...

... estuvimos así tocándonos y besándonos hasta que el consiguió sacar su pene, arrancarme (rompiéndola torpemente) la tanga y ensartando con toda la fuerza de sus brazos y piernas, su pene tan rígido en mi, era bien grueso, medio curvo y venoso, y lo hundía en mi sin mayor miramiento, a todo ritmo, frenético y sin parar, comenzamos a sudar y nuestros cuerpos ahora parecían derretirse en uno solo
Varios empujones violentos finalmente y luego sus gruñidos, con sus manos apretándome con rabia las nalgas, terminaban en un orgasmo mutuo, con su semen caliente y abundante inundando mi interior y luego escurriéndose despacio entre mis piernas. Lo llenaba de besos y caricias en tanto que sentía su pene latiendo dentro de mi, calientisimo y perdiendo rigidez. Descansamos unos instantes y cuando pensé que mi noble misión de acabar con su virginidad había concluido, le dije... Es bastante tarde, será mejor que vayas a casa, y entre a bañarme sin más, saciada, ensanchada y preocupada de remover su semen de mi, lo menos que apetecía esta vez era complicarme con alguien tan menor

Entre al agua y el apareció desnudo atrás mío, hablando al celular y explicando a su familia que se iría de rumba con sus amigos y que no lo esperen hasta tarde, dejo el celular y se metió a la ducha a tomar un baño juntos

Su atrevimiento me alucinó, pero me hizo gracia y lo dejé bañarse conmigo, luchando contra un pulpo que me ponía las manos por todas partes y apenas me dejaba hacer lo mío, reíamos y nos besábamos ...