De desvirgar a ser desvirgada - Relatos Eróticos

De desvirgar a ser desvirgada

... hasta terminar, salir, envolví mi cuerpo con la toalla le di la espalda y vi por el espero q se secaba con prisa e iba detrás mio desnudo y con su enorme miembro apuntando hacia el techo

Me abrazo por detrás y me lleno de besos el cuello, la espalda y los hombros, me excitaba mucho sentir su miembro contra mis nalgas y me estuvo frotando así por un rato, hasta caer la toalla y sentir su miembro subiendo y bajando entre mis nalgas, cada pasada iban quedando más viscosas por el líquido que el desprendía y me dejaba excitadísima, dejándome claro que eso no terminaría en un polvo y nada más
Se acomodo para penetrarme, comenzó a empujar y la cabeza de su pene empezó a buscar la entrada desde atrás, e pareció que su ingenuidad e inexperiencia eran personales así que no intervine ni lo guíe con las manos dejando que trate de insertarlo con la fuerza de su cuerpo pues sus manos prendían con fuerza mis senos
Sin embargo, paso lo que no me había sucedido en todos esos años y con toda mi experiencia 

Su pene consiguió insertarse por mi ano, primero la cabeza y tras un fuerte empujón a la mitad, desgarrándose y arrancándome un grito de protesta. Trate de zafarme cayendo hacia adelante, pero el era enorme y lo único que conseguí fue caer a la alfombra en cuatro y el como un jinete, comenzó a bombear ignorando mis gritos y la oposición que trataba de darle frunciendo mi esfínter

El apenas si se inmutó, bufaba y me penetraba cada vez más profundo, un fuerte olor invadía el ...

... ambiente, a el poco le importo, jadeaba y me sacudía como a un juguete, poco a poco el ardor y la incomodidad dieron paso a un placer profundo, algo que no había experimentado antes con ningún hombre, sentía que la separación entre mi ano y vagina desaparecía en tanto que su pene parecía querer salirse por mi ombligo, gritaba y jadeaba con lágrimas corriendo por mis ojos en tanto que el seguía bombeando, escupiendo a mi ano de tanto en tanto para lubricarlo, el olor era pasmoso pero fue lo menos importante, está vez duramos mucho tiempo, como mis piernas temblorosas, mis rodillas raspadas de soportar su peso y embates, alcanzamos el orgasmo juntos, solo me dejé caer boca abajo en tanto que su cuerpo inmenso me cubría mientras sentía que aún eyaculaba las ultimas gotas dentro mío, con su pene latiendo al ritmo de las contracciones de mi ano, un placer indescriptible
Al recuperarnos, darnos otra ducha y vestirnos, me dijo que se iba, llamo a uno de sus amigos y en cuestión de minutos tenía sus planes listos y se iba. De no pensar en llamarlo nuevamente y descargarlo, ahora toda tonta me sentía triste de pensar que no me llamaría nuevamente o si realmente le había gustado o solo me había utilizado 
Le pregunté con timidez como lo paso y me dijo que le agrado el segundo polvo por lo apretado que estaba y que normalmente lo hacía de ese modo a otras chicas para evitar el embarazo, dejándome como una absoluta idiota caída en sus redes, olvidable y de la que tal vez ya no lleve cuenta ...