El hotel 5 - Relatos Eróticos

El hotel 5

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Por un momento me pareció ver una mirada lasciva de aquella mujer vestía elegante a pesar de la época del año su vestido era de marca su aspecto cuidado daba a entender que tenía una buena posición sobre los sesenta años una mujer con caderas con cuerpo por supuesto sin estar gorda y también destacaban un par de buenas tetas por su escote rubia por supuesto de bote y con un tono de piel bronceado de la cara hasta los pies. 

En aquel momento entre un hombre que tenía un aspecto igual de bueno que la mujer fuerte musculoso posiblemente algo más joven que la mujer también realmente moreno. 

Hombre: ah hola pensé que la habitación ya estaría terminada. 

Mujer: bueno no hay mal que por bien no venga. 

Yo: bueno les dejo cualquier cosa pueden preguntar por mí señalé la chapa donde ponía mi nombre. 

Mujer: lo haremos cielo. 


Extrañamente me fui de aquella habitación un tanto excitada ya que tuve la percepción de qué a aquella mujer no la había desagradado ver mis intimidades. 

Más tarde les vi en la cafetería se habían cambiado de ropa ambos y desde luego ella seguía vistiendo elegantemente pero me pareció algo más descocada. 

Como si no quiere la cosa pase tras de ellos para que me viesen momento en que la mujer. 

Mujer: Laura no nos hemos presentado antes yo me llamo Merche y mi marido Antonio. 

Yo: pues nada Merche y Antonio bienvenidos al hotel espero que disfruten de su estancia por si no se lo había dicho antes estoy para servirles en lo ...

... que necesiten.

Merche: a qué hora cierran el bar. 

Yo: el turno de día lo dejan a las 23:00 sí queda algún cliente el refuerzo de la noche lo puede mantener hasta dos horas más o menos dependiendo el perfil del cliente, o sea que no estén perdiendo los papeles de tanto de ver. 

Antonio: bueno no está mal por si nos apetece continuar. 

Yo: pues nada si es así por aquí nos veremos. 

En cierta medida fue como una imitación a h que se quedasen por allí ya que sin yo decirles nada  pensé que podía hacer un refuerzo de noche. 

Hice mi descanso me duché me puse el uniforme de la cafetería y por supuesto empecé por acercarme sobre las 22:30  no estaban allí por lo que supuse que ya habrían dejado de beber.

Era entre semana por lo que en la barra ya no había más que un par de mujeres y una pareja así que supuse que no me tocaría atender la barra. 

A las once menos cuarto fui a dar el relevo a mi compañera mientras hacía el cierre de la caja vi aparecer a Merche y Antonio venían seguramente de cenar y traía la sonrisa puesta en la cara creo que a mí se me pusieron los ojos como platos ya que seguía teniendo una sensación sobre aquella pareja. 

Cuando llegaron a la barra saludaron cortésmente sin mencionar mi nombre y yo hice lo propio ofreciendo a ver qué es lo que querían. 

Me pidieron dos combinados pero que no estuviesen cargados ya que según dijeron ellos preferimos tomar dos o tres sin ir mareados. 

Mi compañera abandonó la barra y así los demás ...