Un maestro con su alumno en mi casa
Fecha: 03/01/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: giacomo319, Fuente: CuentoRelatos
Por ser el único hermano soltero y contar con tres recamaras en mi apartamento, recibí como huésped a mi padre por algunos años. Me daba gusto cuidarlo, pero, no podía dar rienda suelta al gay de closet que soy. Vivo en un complejo de apartamentos bastante grande, por lo que los vecinos prácticamente no nos conocemos, es ideal para el anonimato que requiero en mi doble vida.
Mi padre, hace algunos días, fue ingresado a un asilo, ya que por su edad, no puede estar ni cuidarse solo, los sentí mucho por él, pero, había llegado la hora de disfrutar mi de mi vida y mi depa.
Contacte a un gay maduro en un portal web, intercambiamos teléfonos y chateamos, acordamos en vernos pero, me indicó que había acordado con otro chavo pasivo. Yo soy versátil pasivo, me encanta que me llenen en el culo de verga, pero no tengo nada en contra de darle placer a un pasivo. Me preguntó si habría problema si lo llevaba también y contesté que no, que con mucho gusto los recibía y acordamos la hora.
Me bañe, y me puse presentable con unos pants y una playera, encendí el sonido con música erótica y en el ordenador de la sala abrí una página de videos porno gay, para que cuando llegaran, pudiéramos romper más pronto el turrón. Llegaron los dos, el mayor, un oso, gordito, canoso y peludo, el otro, un joven moreno y alto.
El mayor, que era activo se sentó en el sillón de la sala, el joven y yo hicimos lo propio a su derecha e izquierda. Ya con unas cervezas en mano y habiendo pasado por los ...
... saludos y presentaciones, estábamos viendo un video de un negro con una deliciosa polla cogerse a un rubio, les comente como me excita el contraste de una verga negra entrando y saliendo de un culo blanco como la nieve.
El joven y un servidor, comenzamos a acariciar el cuerpo del oso, se excito y metió cada una de sus manos por debajo de nuestras nalgas para acariciarlas. Comenzamos a desabrochar su camisa, besábamos su pecho velludo al tiempo que nos besábamos y lo besábamos. Era mi primer trio, estaba muy excitado. Continuamos con las caricias, la verga de aquel hombre se puso como de piedra, no era una herramienta que podamos llamar muy grande, pero era suficiente para proporcionar delicioso placer. Soltamos su cinturón, desabrochamos su pantalón y se lo bajamos. Juntos, el joven y yo, le dimos una deliciosa mamada. Mientras disfrutábamos de su verga y nuestras lenguas, peleando por cada gota de néctar que comenzaba a emanar de su pene, los dos nos quitamos los pantalones y la camisa para quedar en calzones. A nuestro macho, le dieron ganas de penetrar un culo, y para mi tristeza, eligió primero el culo del joven. Él se quitó los calzones, el oso y yo le dimos una deliciosa mamada a su culo para lubricarlo y dilatarlo. Deje al oso ocupado con el rico culo y seguí mamándole la verga, me fascinó tener la boca llena y tener el néctar para mi solito. El joven se sentó sobre el oso para ser penetrado. Mientras lo intentaba, comencé a mamar la verga del joven que escurría ...