1. Un maestro con su alumno en mi casa


    Fecha: 03/01/2019, Categorías: Confesiones Autor: giacomo319, Fuente: CuentoRelatos

    ... delicioso líquido pre eyaculatorio. Mi suerte cambió para bien, el joven se quejó de que le dolía algo y se sentía estrecho, por lo que se paró, aproveche, ya que nuestro oso moría por penetrar un rico culo. Corrí a mi cuarto y tomé un lubricante que puse generosamente en mi culo y en el pene encapuchado del oso. Me senté y deje que me penetrara, mmmhhhh no hay otra forma de describir lo rico que es sentir cuando una verga te va penetrando hasta adentro. El joven se paró frente a mi mientras yo cabalgaba a ese oso tan rico, comencé a mamarle la verga al joven. Que experiencia tan rica experimentar el tener dos vergas al mismo tiempo, y el joven, wow, la tenía bastante grande y linda, una delicia. Cambiamos de posición, el oso me estaba cogiendo en cuatro como si fuera su perra, y eso me encanta, ser la perra de un macho. Le pedí al joven que se hincara frente a mi, mostrando sus nalgas, mientras el oso me embestía y los dos gemíamos de placer, le di una deliciosa mamada en el culo al joven, que comenzó a gemir delicioso. Yo sentía que se me perdía la conciencia con la rica cogida que me estaba dando el oso, pero puede concentrarme para darle un rico masaje y una deliciosa dedeada para dilatar el ano del joven, él, con cada momento transcurrido gemía más rico y más fuerte. Estaba listo para que se lo cogieran. Entonces me hinqué, el oso, sin sacarla, se hincó y siguió envistiendo dentro de mi, hice hincar al joven y poco a poco le metí mi verga, que, no por presumir, es un ...
    ... muy buen pedazo de carne. En esta ocasión, el joven comenzó a disfrutar y casi gritaba de placer, éramos un trenecito de amor gay.
    
    El oso, comenzó a gemir más fuerte, lo sentí, estaba a punto de estallar para arrojar su rica leche, me halo del cuello y dijo, me voy a venir. De inmediato hice un movimiento para sacar su verga de mi culo. También saque la mía del culo del joven, los dos nos volvimos hacia la polla del oso y se la comenzamos a mamar delicioso, estábamos tan calientes que mamábamos y nos besábamos intensamente. La verga de nuestro oso se puso muy caliente y estallo, arrojando su deliciosa leche sobre nuestros rostros y bocas, que rica venida nos comimos. Luego, seguimos besándonos y lamiéndonos de nuestras caras, las gotas de leche que nos escurrían, nuestro oso se derrumbó, agotado, sobre el sillón.
    
    El joven y yo, nos colocamos en posición y continuamos dándonos placer con un sesenta y nueve, nos mamábamos mutuamente y dedeábamos nuestros culos. Continuamos un rato hasta que ya no aguanté, le dije al joven que ya, me corría en cualquier momento, mamo con mayor energía y me llegó un delicioso orgasmo, nuestro oso estaba fascinado con la escena, mientras el joven se comía toda mi leche. Sentí tanto agradecimiento que senté al joven en el sillón, yo hincado sobre la alfombra, seguí mamando su verga y levantándole el culo para dedearlo. Nuestro oso era de rápida recuperación, se puso a nuestro lado y, de reojo, vi que la tenía dura como piedra. El joven se sentó ...