1. Confesiones de Laura. Mi perverso amante 8


    Fecha: 12/01/2019, Categorías: Fetichismo Autor: Gala_eros, Fuente: CuentoRelatos

    ... segura de que no me dañarás, ni lo harás por maldad ni deseos de lastimarme, confió en que solo buscarás el placer para ambos. Podemos probar tío si es tu deseo.
    
    —bien nena, vamos a probar un poco, he notado que tú tienes el umbral de dolor un poco alto, es decir que soportas mucho dolor y eso es algo que debo medir y tener siempre en cuenta. Alcánzame una vela y bájate el corset deja libres tus pechos. Ahora mi amor, “rojo” es la palabra clave para decirme que no siga, que te estoy lastimando, recuerda que tu seguridad es primero así que no intentes soportar más dolor del que puedas resistir.
    
    De inmediato saqué los pechos fuera del corset, estiré mi brazo en busca de una vela, él me bajó de sus piernas, nos pusimos de pie. Él limpió la mesa, puso algunas cosas en ella, tomó una especie de látigo parecido a un matamoscas negro, azotó sus piernas con el midiendo la fuerza de los golpes, vi como su piel se ponía roja, el sonido del látigo al romper el viento y golpear su carne me estremeció, pero no escuché un solo gemido ni noté muestras de dolor en él.
    
    Eso me dio más confianza —¿quieres probar? —me dijo con su sonrisa encantadora. Tomé el látigo y golpeé mi muslo derecho como lo vi hacerlo a él, primero golpes débiles y aumentando gradualmente la fuerza, hasta poner roja mi piel. El látigo al golpear se siente frio y dolor, luego sientes un hormigueo, sientes correr la sangre al punto del golpe, se adormece un poco la piel y luego sientes ardor y dolor, eso me llamo ...
    ... la atención pues hasta cierto punto, el dolor es agradable, luego es dolor, entonces comprendí lo que mi tío me acababa de decir.
    
    —¿Qué te parece nena, estas dispuesta a seguir?
    
    —si tío, es algo inquietante e intimidante tu látigo, duele, pero sé que serás prudente con él ¿con respecto a las marcas que deja se quitan?
    
    —si, se quitan, depende de la piel de cada uno, a veces tardan dos o tres días en quitarse o pueden durar semanas, pero solo lo haremos en lugares donde tu ropa los oculte ¿lista?
    
    —si tío, estoy lista, puedes empezar, soy tuya.
    
    —bien amor, recuerda que tú puedes en cualquier momento parar todo esto, solo tienes que decir “rojo” y ahí terminaremos esta actividad, yo estaré siempre pendiente de ti, atento a tus reacciones y si considero que debo detenerme lo haré. Empezaremos solo con tus pechos, pues son muy útiles para medir tu umbral de dolor, porque son especialmente sensibles al dolor y al placer, solo relájate un poco, no estés tensa, vamos a empezar mi amor.
    
    Me tomó en sus brazos, me cargó hasta un lado de la mesa, se sentó en una silla y me depositó en sus piernas, con mis piernas abiertas quedamos frente a frente, me abrazó y me besó, nos besamos, él metiendo su lengua hurgando cada rincón de mi boca, yo le correspondí apasionadamente, atrapó con sus dientes mi labio inferior y empezó a morder delicadamente, mordiendo y chupándolo, mmm que rico sentí ese beso lleno de pasión, mi piel se puso chinita. Siguió hasta que brinque de dolor, él ...
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