¿Quién es?
Fecha: 12/01/2019,
Categorías:
Masturbación
Autor: Rober XL, Fuente: CuentoRelatos
... reconociendo que gracias a Rober había gozado como nunca de mantener relaciones con mi marido, alcanzado varios orgasmos casi cada vez que lo hacíamos. Por otra parte, las imágenes del miembro de Rober se enredaban continuamente entre mis pensamientos más sensatos. He de reconocer que me sorprendía pensando una y otra vez en Rober, a todas horas. ¿Dónde estaría ahora? ¿Qué estaría haciendo? ¿Pensaría en mí? ¿Qué pensaría de mí? En cualquier caso, mi amistad con él había sido algo diferente, misterioso, sorprendente, e inofensivo… hasta ahora.
Durante los días siguientes rehuía conectarme a ningún chat. Recibí algún que otro mensaje de Rober en mi correo electrónico, al que no quise responder. No quería coincidir con él. Hasta la fecha había sido mi mejor confidente, le había confesado secretos íntimos que no le había contado ni a mi mejor amiga, y ahora me asustaba la mera idea de ver su nombre aparecer en un chat, me moriría de vergüenza y de ganas de hablar con él.
Pero un pensamiento comenzó a rondarme la cabeza: “Habría grabado Rober nuestra última sesión?”. De ser así, debería hacerme con esa grabación. De ninguna forma podía permitir que esas imágenes se hiciesen públicas en la red, ni en ninguna otra parte. ¿Y si algún conocido o compañero las llegara a ver? Tengo un par de lunares en el cuello por los que cualquiera podría reconocerme. Qué idiota había sido, porque no lo había pensado antes. No podía ni dormir, dando vueltas y más vueltas en la cama. Debía ...
... salir de dudas, y la única forma era preguntárselo al él. Tenía que contactar de nuevo con Rober para recobrar la paz. Me moriría si esas imágenes llegasen a manos inapropiadas. Vivía con un temor constante, me imaginaba una y otra vez las consecuencias. Pero la única forma de saberlo era preguntándoselo directamente. Debía armarme de valor y contactar de nuevo con Rober. Debía salir de dudas.
Quise esperar a que fuera uno de esos días en que dormía fuera de casa, pasase lo que pasase quería estar tranquila sin la presión extra de que mi marido pudiera volver a descubrir hablando con él. Había regresado de la piscina del hotel y me había duchado como de costumbre. Una vez relajada me conecté al chat.
Sarardiente dice:
“Hola”
RoberXL dice:
“Hola”
RoberXL dice:
“recibiste mis mensajes?”
Sarardiente dice:
“Sí, no pude conectarme antes. Lo siento”
RoberXL dice:
“Estás bien?”
Sarardiente dice:
“Sí. Por qué lo preguntas?
RoberXL dice:
“No he dejado de pensar en lo que pasó”
Sarardiente dice:
“Yo también”
Ambos nos sinceramos durante la conversación, nos dijimos que aquello había sido una locura que no podía volver a repetirse. Me tranquilizó escuchar sus palabras. Se mostró en todo momento comprensivo, sabía que yo era una mujer casada. Poco a poco, con el tiempo fuimos retomando el mismo grado de confianza y complicidad que teníamos antes de nuestro último encuentro. La charla transcurrió amena y no quise preguntarle si había ...