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Follando con la maestra Raquel
Fecha: 12/01/2019, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Monrealk, Fuente: CuentoRelatos
... le trabaron en la garganta. β Eso fue un accidente βDijo mientras volteaba la mirada. β Mira, no te voy a obligar a nada... Pero quiero que entiendas que, si quiero hacerlo contigo, es porque de verdad siento algo, no es simple calentura de adolescente. β Eres muy joven para mí. β Tengo 18, no es ilegal hacerlo. β Puedo tener problemas en el trabajo, Caleb, entiéndelo. Y, sí, eres muy joven para mí, madura. β ¿Qué más da la edad? β Es cosa de un hombre de verdad, ¿sabes? Hay cosas que se ganan con la edad... Tengo 27 años, tú apenas 18. Fin de la discusión. Estaba enojado y sentido "hombre de verdad". Lo hice sin pensar. β A ver si Alex tiene algo así. Me bajé los pantalones frente a ella. Dejé salir mi pene semi-erecto. Su expresión lo dijo todo. Comencé a masturbarme con las dos manos para ponerlo duro. β Esto no demuestra nada βDijo ella. Aun así, no quitaba la mirada de mi miembro. Me quedé callado hasta que estuvo duro como roca. Mi pene palpitaba violentamente. β No te pido que nos casemos, sólo quiero compartir lo más íntimo que tengo contigo. De verdad quiero hacerlo contigo, Raquel. No sé si fue mi miembro o mis palabras pero, tras un breve silencio, me dijo. β En el cuarto, vamos a la ducha. Me subí los pantalones y la seguí hasta la habitación. Estaba un poco... ¿tímida? No sé si se podría decir así o avergonzada. Comenzó a desnudarse, primero la blusa, un bonito bra gris cubría sus ...
... senos, después el pantalón de mezclilla. Un bonito calzón negro cubría sus partes íntimas. Me dio la espalda. Su culo era PERFECTO. Piel tersa, morena, un diminuto lunar en la nalga derecha. Ahí estaba yo, parado, presenciando esto. β Es incómodo si solo yo estoy desnuda, ¿sabes? βMe dijo mientras se desabrochaba el bra. Me quité los zapatos con los pies a la vez que me sacaba la playera. Bajé mis pantalones y, en un solo movimiento, quité los calcetines. Estaba caminando hacia la ducha cuando la tomé del brazo. β En la ducha no... β Llevo casi doce horas sin bañarme. β Yo también. Quiero sentir tu verdadero olor. La tomé de la mano y le llevé hasta la cama. No me veía a la cara. Desviaba la mirada cuando yo la observaba. No me sentía del todo cómodo con ella. β Siéntate βLe dije. Me arrodillé frente a ella mientras le abría las piernas. Su pubis estaba bien alfombrado por una espesa capa de vello púbico. No me importó. Sus labios exteriores estaban muy expuestos, supuse que por la edad, comencé lento. Un beso en ello, recorrerlos con mis labios, saborear su textura. Eran suaves y me llevé una grata sorpresa al darme cuenta de que un poco de líquido comenzaba a colarse de entre ellos. Metí mi lengua a la vez que abría su vagina con cuatro dedos, dos de cada mano. Sus jugos eran ligeramente ácidos y su olor casi nulo. Retiré los dedos y hundí casi por completo mi lengua en su interior. Era muy estrecha, demasiado, pensé.