1. Venancio, el viejo tendero


    Fecha: 19/01/2019, Categorías: Microrelatos, Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... buen trozo fuera. Chupé cuanto pude, y después de al menos 5 minutos, ya no podía más; las piernas se me cansaban de estar en cuclillas, y necesitaban estirarse un poco.
    
    Me ayudó a ponerme de pie haciéndome girar hacia el lavabo, y quedara mi culito a su disposición. Me hizo colocar las manos sobre el lavabo, y que quedara inclinado para tener un mayor acceso a mi culito.
    
    Con sus manos abrió mi culito, a la vez que iba pasando su lengua por todo el culo hasta llegar al esfínter, pararse en él, y tratar de meter la punta de su lengua.
    
    Yo no paraba de temblar y la polla me estaba empezando a chorrear semen sin parar.
    
    Se puso en pie, y arrimando su polla al huequito de mi culo, empezaba a empujar tratando de abrirlo.
    
    Ya empezaba a entrarme aquella gran polla que se gastaba el viejo tendero, y el dolor que me estaba produciendo era tanto que no me dejaba relajar.
    
    Estás muy tenso mi niño, anda relájate y deja que te entre mi polla.
    
    No puedo, hace mucho tiempo que no me han dado por el culo, y tu polla es mucho vergajo.
    
    Entonces espera que le vamos a aplicar un poco de crema, y lo suavizamos un poquito.
    
    Echó la mano a una botella, y con su mano me fue esparciendo aquel líquido por mi culito.
    
    Es un poco de jabón líquido, me decía mientras lo iba esparciendo y a la vez con su dedo iba abriendo mi huequito.
    
    Al notar como su dedo se iba introduciendo dentro de mi culo, me hacía suspirar y gemir, ¡oooohhh! ya, ya prueba ahora, le dije.
    
    Se volvió a ...
    ... colocar en posición, y nada más colocar la punta de su polla en mi culo, me sujetó por las caderas, y de una estocada, me clavó toda la polla.
    
    ¡Aaaahhh! Solté al notar como entraba aquella polla dentro de mí, ¡uuuffff! Espera un poco le pedí.
    
    Se quedó parado con toda la polla dentro de mi culo, se colocó mejor y arrimándose más a mí, empezó a mover poco a poco las caderas y su polla iba saliendo y entrando de nuevo. Poco a poco iba imprimiendo mayor velocidad, hasta que ya me arremetía con todas sus ganas.
    
    Así, así, ¡aaahhh! Como me gusta tu culito mi niño, ¡ooohhhh! Que gusto, que ganas tenía de follarte este culito tan bonito que tienes, ¡oooohhh! Como me gusta.
    
    Yo sudaba y temblaba de placer, ¡oooohhhh! Cuanto tiempo deseando que me dieran por el culo, y aquel viejo tendero sin yo pensarlo, me estaba volviendo hacer gozar como hacía años que no gozaba.
    
    Llevábamos un buen rato follando, y Venancio, el viejo tendero, no tenía trazas de terminar. Cada vez me daba más fuerte y profundo que hasta me levantaba los pies del suelo, y aquello me estaba llevando a mi clímax. Estaba seguro que yo no tardaría mucho en correrme; mi polla ya hacía mucho tiempo que no paraba de chorrear semen, y cada vez que aquella polla rozaba mi próstata, me hacía delirar de placer hasta hacerme poner los ojos en blanco.
    
    ¡Oh dios! Me estaba corriendo y aquella máquina de darme por el culo que no era otra que la polla del viejo tendero, no paraba de taladrarme el culo, ¡ooohhh! Me estoy ...
«1...345...»