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Sexo en la tribu
Fecha: 19/01/2019, Categorías: Gays Autor: Caradura22, Fuente: SexoSinTabues
... Estos muchachos me llevaron a una de las chozas y me desnudaron, me metieron en una especie de bañera y me lavaron bien. No sabía si estaba asustado o me estaba dando morbo. Cuando me lavaron, me afeitaron todo el cuerpo, me rociaron con una especie de aceite que olía muy bien y me pusieron también un taparrabos que parecía de otro material al de los que llevaban ellos. En ese instante dos de los hombres que me habían traído me sacaron de la choza y me llevaron a la que parecía más grande. En esta choza había otro hombre sentado en una gran silla tallada en madera. Este hombre era un poco diferente a los demás, se veía más alto y grande. Debía de medir 1,80 por lo menos y era el que más musculado estaba. Tenía unos pectorales impresionantes en los que tenia pintados unas rayas blancas al igual que en los brazos, los cuales eran fuertes y grandes. Tenía unos abdominales bien definidos y duros, de los que se pueden rayar queso en ellos y estaba completamente depilado, lo que hacía que se vieran perfectos. Iba vestido con un taparrabos, pero este era de otro color y llevaba unas pulseras y un collar de algún tipo de metal. Debía de ser el líder. A su lado, de pie, había otro hombre igual a los que me habían bañado. -Hola. Me dijo el hombre que estaba de pie en mi idioma. - Estas en el poblado de la tribu Koakti. -Hola. Le respondí. - ¿Por qué me habéis vestido así? -Es la vestimenta de los prisioneros. Me respondió. -¿Soy vuestro prisionero?- le pregunte. -Sí, te hemos hecho ...
... prisionero porque está prohibido entrar en nuestro territorio sin permiso. -Pero me he perdido, iba con un grupo y me despiste, solo estaba buscándolos. -No hay excusas, ahora deberás ganarte el favor de nuestro líder si quieres permanecer aquí. En ese momento los dos hombres que entraron conmigo me quitaron el taparrabos dejándome totalmente desnudo y se marcharon de la choza. El hombre que estaba de pie se acerco con un cuenco de madera con varios trocitos de fruta de un intenso color rojo. -¡Come! Me ordenó. -¿Qué es esto? Pregunte. -Es fruta típica de nuestro poblado. Sin fiarme mucho cogí un trozo y me lo comí. Tras esto el hombre salió con el cuenco de la choza. No sé qué clase de fruta era esta, pero no hacía más de un minuto que me la había comido y empecé a sentirme muy excitado y se me puso el rabo duro como una piedra, debía de ser afrodisiaca. De pronto el líder también tomo un trozo de fruta de otro bol que había junto a él, se quito su taparrabos y dejo al descubierto una polla gigantesca. Nunca había visto nada igual, debía de medir 22 cm cuando se empalmo. Al instante me hizo signos de que me acercara con la mano. Me acerque sin dudarlo mucho, necesitaba probar esa polla fuese como fuese. Me arrodille delante de él y empecé a lamérsela desde los huevos hasta la punta del capullo. Estaba deliciosa, cuanto más la probaba mas quería. Me estaba poniendo eufórico, así que decidí que era el momento de tragármela y empecé a chupársela. Al principio me costó un poco pero ...