Alumnas perversas
Fecha: 19/01/2019,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... dedos abrió mis labios vaginales y empezó
a chuparme el clítoris con una dulzura impresionante, recorriendo con su
lengua todos los rincones de mi sexo chorreante.
Mónica me quito las
bragas de la boca y yo empecé a gemir sin poder evitarlo, Olga se aproximo
a mi y se puso de manera que su coñito quedaba a la altura de mi boca.
o sea de rodillas entre mi cabeza y mirando hacia Sonia, agacho su cuerpo para
que le chupara el coño pero yo me negué girando la cabeza, entonces
Mónica agarro uno de mis pezones con dos dedos fuertemente y lo retorció
a la vez que me decía:
-¡chupaselo hasta que se corra o lo lamentaras!
No tuve mas remedio que obedecer, empecé a comer esos labios para descubrir
un sabor nuevo y excitante, a la vez que sentia como me comían y me succionaban
mis jugos.
No se cuanto duro aquello, pero se me hizo eterno y placentero,
el flujo de Olga chorreaba por mis labios y ella a la vez se manoseaba sus impresionantes
tetas, mi coño estaba hinchado de placer por aquella comida maravillosa
y para colmo Mónica le estaba introduciendo sus dedos a Sonia mientras
esta succionaba mi clítoris.
De repente Olga se echo hacia delante y
le arrebato mi coño a Sonia, yo estaba agotada pero note una nueva fuerza
en la lengua de Olga que me dirigía hacia un nuevo orgasmo, mientras Olga
y yo nos fundíamos en un 69 ,Mónica y Sonia desaparecieron para
volver al rato con algunas cosas en las manos que en principio ...
... no reconocí.
¡Olga, bájate de ahí y deja descansar un poco a nuestra zorrita,
que ahora va a venir lo mejor!
Yo intente pedir clemencia pero Mónica
me tapo la boca con la mano y me dijo
-recuerda, ni una palabra o te rapo
al cero, solo puedes gemir como una cerda que eres.
Sabia que hablaba en serio,
así que me calle, eran cerca de las cuatro de la mañana. estaba
cansada pero estas chicas sabían administrar bien el asunto para que no
terminara de agotarme.
Mónica se aproximo a mi coño y empezó
a acariciarlo bastamente mientras Sonia me daba un trago de whisky, entonces distinguí
en la mano de Olga algo familiar. Era un calabacín de mi nevera, era de
aprox. Unos 20 o 25 cm y no muy grueso, le estaba untando una crema que me pareció
vaselina y después se lo dio a Mónica.
No tuve mas remedio que
decir-¡por favor no me metas eso! Entonces Sonia me hizo la señal
de silencio con el dedo y después empezó a besarme.
Note como
la punta del calabacín recorría mis labios vaginales de arriba a
abajo pero no llegaba a introducirse, cosa que de alguna manera me ponía
nerviosa, entonces esa punta empezó a bajar aproximándose a mi culo
y buscando mi agujero. Intuyendo lo que iba a pasar intente decir algo pero la
lengua de Sonia penetro con fuerza en mi boca y me acallo mientras Mónica
me introducía el calabacín por el culo sin piedad. Yo era virgen
por detrás así que aquello empezó con dolor para convertirse
al ...