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Alumnas perversas
Fecha: 19/01/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... el cabecero y sujeto mi otra mano. Eran unas esposas con combinación numérica, tenían tres ruedas de números que ella movió al azar después de cerrármelas. -que me vas a hacer Mónica, por favor no me hagas daño. le suplique. -tranquila, ya nos vamos pero recuerda, el lunes todo volverá a la normalidad, espero que no se te ocurra volver a regañarnos en clase al menos claro, que quieras que esto se vuelva a repetir. En tu mano esta... Después saco dos consoladores, uno grande y otro mas pequeño. El grande lo puso en marcha y la punta hacia un juego circular muy lento, me lo introdujo por el coño hasta dentro y ahí lo dejo, luego el pequeño tenia como unas protuberancias que al ponerlo en marcha se movían de arriba a abajo con rapidez y me lo metió por el ano. -escucha bien, putita, me dijo. he puesto pilas nuevas y de larga duración, espero que lo disfrutes. mañana por la mañana te llamare por teléfono y saltara el contestador, estate atenta porque te daré la combinación de las esposas para que te las puedas quitar. El lunes en el instituto nos veremos pero antes quiero darte algo. Se quito el tanga ...
... y se sentó sobre mi boca y me dijo: -¡cómeme el culo, puta!. Aquello era demasiado, la mente de Mónica era retorcida, mientras aquellos consoladores trabajaban por si solos en mi coño y mi culo tuve que chuparle el ano que tenia un sabor amargo pero que increíblemente me gusto. Después de un rato note como se corria y me restregó el coño sobre mi boca dejándome esa mezcla de sabores en mi paladar como recuerdo. Después se fueron y allí me dejaron, esposada, desnuda, cansada, follada por delante y por detrás por dos consoladores que parecían no acabar nunca. creo que me dormí. cuando me desperté sonaba el teléfono. el consolador grande se había parado pero el pequeño seguía funcionando y trabajando mi ano. escuche la combinación y me quite las esposas, después me saque el consolador grande y poniéndome de costado empecé a sacarme el pequeño, pero increíblemente volví a introducirlo, y así estuve hasta que se paro. Fue la experiencia mas maravillosa de mi vida. No resta decir que a mis alumnas las volví a castigar y ellas volvieron a castigarme a mi.....solo que esta vez no hizo falta que me ataran...