1. El papá de Chema


    Fecha: 21/01/2019, Categorías: Transexuales Autor: PaulinatvCDMX, Fuente: CuentoRelatos

    ... dijo:
    
    DC- Así me gusta, que seas una niña precavida.
    
    Después de colocarse el preservativo, yo me sentí mas tranquila y entonces si, me entregue por completo a los deseos de este gran macho. Sentí como deslizaba su vergota ahora enfundada en el látex del condón por toda la raja de mi culo, sentí como su gorda cabezota se abría paso entre mis nalgas hasta que se posó sobre mi ansioso hoyito anal. Madre santa! como deseaba sentirlo dentro de mi!! y se lo hacia saber regalándole suaves gemidos como respuesta a cada movimiento suyo, entonces Don Cuco intento metérmela con un suave empujón sin demasiado éxito, no pueden imaginarse lo cachonda que yo estaba!! me encantaba sentir aquella cabezota sobre mi agujerito, sentía la calentura de ese trozo de carne a través del látex del condón. Mi macho insistió una vez más, yo intentaba relajarme como podía, pues sabia que lograr introducir semejante víbora gorda en mi estrecha cuevita anal seria un proceso un tanto doloroso al principio, sin embargo nuevamente Don Cuco no tuvo éxito, entonces me dijo:
    
    DC- Vaya que estas estrecha puta! Te faltaba a ti también quien te atendieran verdad?
    
    Gire mi cabeza así en 4 patas como estaba para responderle con la mirada mas putona que pude, entonces le dije:
    
    P- A esta puta le falta atención, pero contigo y tu vergota me saque la lotería esta noche!! Cogeme ya por favor!!! Meteme de una vez esa gordisima verga que tienes!!
    
    DC- Tus deseos son órdenes hermosa puta!!
    
    Pareciera que ...
    ... estás palabras eran lo que le hacia falta, Don Cuco me propino una sonora nalgada en mi carnosidad derecha, mientras con su mano izquierda guiaba nuevamente su inmensa barra de carne, empujando esta vez con más fuerza, noté como su glande se deslizaba con presión y suavidad a la vez hacia mi interior, agache mi cara al colchón para hundirla y poder morder un poco la sabana, sin embargo a pesar del dolor que sentía le anunciaba a mi hombre que no detuviera su tarea con mis movimientos de cadera, por lo que con suma avidez y maestría Don Cuco prosiguió a penetrarme, topándose contra mi esfínter que se rindió sin mayor resistencia, haciéndole saber a aquella vergota que estábamos de acuerdo y felices de conocerla, y que siguiera su camino hacia adentro hasta conseguir el tope máximo, y justo fue así, con un leve empujón de pelvis de aquel macho que resulto ser Don Cuco, consiguio penetrarme hasta el fondo y hacerme suya. Entonces me dijo:
    
    DC- No te muevas puta, deja que tu estrecho hoyito se acostumbre a mi.
    
    Don Cuco me dejó su gorda verga clavada hasta el fondo durante unos instantes y poco a poco sentí como la sacaba levemente para volver a clavármela hasta el fondo, era increíble, pues Don Cuco tocaba mi próstata con la cabeza de su dura barra de carne a cada arremetida que me daba, provocando espasmos de placer en todo mi cuerpo, cuando este macho se percato que mis gemidos eran ya de placer puro sin dolor, me abrazó por detrás como un caballo a su yegua y empezó a ...
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