1. Cógelo


    Fecha: 21/01/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: bargan, Fuente: RelatosEróticos

    ... debe ser tan grande como éste”- afirmó Jorge acercando el juguete hacia al sexo de su mujer. -¿No crees? –interpeló. Lidia, con los ojos cerrados, comenzó a gemir por toda respuesta, pero Jorge insistía: -“¿No te gustaría que fuera el de David?” –volvió a preguntar. Lidia se giró hacia su marido, besándolo con pasión mientras lo abrazaba con su brazo izquierdo pero sin pronunciar palabra alguna.
    
    Jorge cedió el gran pene a su mujer y ella empezó a introducírselo lenta pero firmemente acompasando los movimientos de la mano y la pelvis mientras escuchaba cómo él le seguía hablando:
    
    -“Esta mañana te quedaste prendada mirándolo, no digas que no” –la acorraló. -¿Te lo follarías? Vamos, ¡dilo!”
    
    Lidia había perdido totalmente el control, en su cabeza se agolpaban imágenes de David besándola, de sus abdominales, de su pene, de ella sobre él, de él sobre ella, de ella entre los dos… No pudo contenerse más, y estalló:
    
    -“¡¡¡Síííí!!!” –confesó con un grito entrecortado – “¡¡quiero que me folléis los dos!!” – gimió con los ojos cerrados.
    
    Se abandonó al placer mientras su pecho se agitaba sofocadamente, y como en un segundo plano, le pareció escuchar la voz de su marido:
    
    -“Mira…”.
    
    Entreabrió los ojos y se encontró de pie frente a ella la figura de David vestido tan sólo con unos boxers iguales a los que llevaba esa misma mañana. Lidia, como flotando en un sueño irreal, se incorporó lo suficiente como para alcanzar el elástico de la prenda y bajarlo lentamente ...
    ... descubriendo el generoso falo del monitor, que saltó respingón agradeciendo su liberación. David ayudó con sus manos a extraer totalmente el calzoncillo, plantándose desafiante ante la mujer con el sexo enhiesto y palpitante. Ella, rompiendo todos los tabúes, venciendo su pudor, abandonándose al placer, alargó su mano, tomó el pene de David y se lo acercó a su boca, comenzando a practicarle una felación con la maestría que su marido siempre le alababa…
    
    Y precisamente eso era lo que más la excitaba; Jorge estaba tras ella, siendo testigo privilegiado del minucioso trabajo oral que Lidia le estaba realizando al invitado, esta vez de carne y hueso. Recorría la longitud del pene con su lengua, volvía al glande, se detenía en el frenillo al que dedicaba especial atención… Intentaba introducirse el pene en la boca, pero apenas le cabía debido a las dimensiones del mismo, así que lo alzaba para tener libre acceso hacia los testículos, totalmente depilados, con los que jugaba alternativamente. De vez en cuando soltaba el pene y con sus manos extendidas acariciaba los pectorales y los abdominales de David, como queriendo cerciorarse de que eran reales, de que seguían ahí.
    
    Mientras tanto Jorge hacía verdaderos esfuerzos para contener su orgasmo; ver a Lidia entregada a la polla a otro hombre con esa pasión teniendo otras dos vergas en su sexo le parecía tan excitante como irreal, y ser espectador de cómo su mujer extraía el dildo, extendiendo los brazos hacia el monitor en señal de ...