Mi primer orgasmo
Fecha: 24/01/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... comenzó a "masturbarse" por entre mis nalgas, lo cuál a mí me hizo ver las estrellas y sentía una sensación tan extraña como erótica en mi plexo solar, hasta que de repente su pene, sin querer, tocó la entrada de mi ano; le pedí que ahora sí me penetrara, entonces D se detuvo y comenzó a presionar un poquito, pero no pasaba nada, pugnó por entrar, y sentí un dolorcito chiquito. Luego sentí que todo se detuvo, me dí vuelta para mirar a D a los ojos y, mirándome con ternura, se dejó caer por su propio peso y su pene se abrió camino a través de mi recto hasta el fondo al tiempo que sentí como si una luz interior estallase en mi mente. Gemí sordamente, puse los ojos en blanco y se me constracturó el cuerpo.
D, se quejó como si de dolor se tratase, y quedamos ahí unos minutos, disfrutando de esta nueva sensación de "contacto con el otro". Luego mi amigo, con dulzura, retiró su pene y cuando sentía toda su longitud deslizarse por mi recto, comencé a sentir una deliciosa picazón adentro. Era hermosa esa sensación, hasta que me penetró de nuevo, sacándola nuevamente y cuando me entró de nuevo comencé a perder el conocimiento a causa de una sensación fuertísima que nacía desde mi plexo solar, como la que uno tiene cuando se está muy, pero muy ansioso.
Mi amigo comenzó a agitarse y cuando la retiró para volver a penetrarme comencé a sentir la picazón mucho más deliciosa y que iba creciendo paulatinamente, y cuando la introdujo de nuevo en mí, mi amigo empezó a agitarse mucho más ...
... y se movía arrítmicamente y con mucha violencia como si para aplastarme contra la cama se tratase. Mi sensación de picazón era tan fuerte que sentí como una electricidad por todo mi cuerpo, desconocida, que me hizo estremecer, temblar y levanté mi cabeza lo más alto y, con los ojos todavía en blanco, se me abrió la boca y se me escapó un gemido fuerte, intelegible, profundo, prolongado. Mi amigo también se estremeció y su respiración se tornó ruidosa e arrítmica, convirtiéndose de a poco en gemidos de placer, y cuando lo escuché a él, no pude aguantar más y me dejé llevar por esa sensación interna. Apreté mis dientes muy fuerte, mis manos se cerraron con fuerza, mi cuerpo se arqueó, saqué cola como para quebrar mi columna (como para querer soldarme a mi amigo) y sentí como angustia, y esa sensación placentera se terminó de desencadenar de una vez y mis ojos dejaron de ver, mi audición se anuló y todos los músculos de mi cuerpo se tensaron en éxtasis, y sentí que mi ano comenzaba a abrir y cerrarse a velocidad luz; pero el pene de mi amigo yacía en mi recto, y comencé a sacudirme locamente en nuestro lecho hasta que los dos entramos en nirvana: nos quedamos tiesos con los ojos en blanco, mordiéndonos los labios, con las cabezas como agradeciendo a la creación, y mientras todo esto ocurría, y casi como entre sueños, mi amigo comenzó gemir a intervalos regulares, cosa que me pareció extraño. Gemidos sordos, como oídos a la lejanía, y gradualmente comencé a sentir riquísimo con ...