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Tercer encuentro con sumisa
Fecha: 24/01/2019, Categorías: Gays Autor: pablodf1977, Fuente: CuentoRelatos
... mirándose hincada y chupando. Pasaron unos minutos así hasta que decidí levantarla por la correa y la puse empinada, apoyándose en la cama y levantando bien las nalgas, la dejé ahí mientras me quitaba la camisa y también, mi cinturón. A continuación, me acerqué de nuevo a ella y empecé a azotarla en las nalgas, haciéndola gemir en cada azote hasta que después de octavo, empezó a gritar suplicándome que parara y por respuesta, le di dos más, con mayor fuerza. Luego de esos azotes, la dejé ahí gimiendo, me quité mi pantalón y me coloqué detrás de ella, ordenándole levantar más las nalgas, lo que hizo de inmediato, empezando a penetrarla con fuerza en esa posición. También, ella empezó a gemir con fuerza, diciéndole mientras agarraba la correa “viniste a esto, ¿no, perra?, a que te metiera la verga como mi puta” y me respondí “sí, amo, me coges duro” entre gemidos y gritos, ya que le agarraba y le apretaba sus nalgas, que estaban rojas por los azotes. Transcurridos unos pocos minutos de estarla penetrando, me dijo que estaba a punto de terminar, dándole permiso y continué penetrándola duro; en ese momento, gimió más fuerte y enseguida, empezó a gemir con menos fuerza, con lo que me di cuenta que terminó. Dejé de penetrarla y sacándole mi verga, la tomé de la cintura y la volteé, aventándola a la cama, luego le abrí sus piernas y volví a penetrarla; esta vez, me subí sobre ella, le levanté sus piernas, apoyándomelas en mis hombros y le recargué todo mi peso, para ...
... penetrarla con más fuerza y en ese momento, volvió a gemir con fuerza. Ya que pasaron algunos minutos así, le saqué mi verga, me coloqué al pie de la cama y jalándola de los tobillos, la acerqué, abriéndole de nuevo sus piernas y volví a penetrarla, de inmediato le levanté su pierna derecha y la pasé al otro lado, quedando con sus piernas juntas y yo, apoyándome en sus muslos, haciéndola que me la apretara con más fuerza. Así la tuve un tiempo, solo para tomar su misma pierna derecha y levantársela con mi brazo, para así cogérmela más duro y volvió a gemir fuerte. También le tomaba los senos con la otra mano y se los apretaba con fuerza, preguntándole “¿así te coge tu esposo, perra?” mientras la agarraba de los pechos más fuerte, contestándome “no, amo, no tan duro, no me coge como tú” mientras gemía con más fuerza, agregando “soy tu puta, amo”. Luego de unos minutos, dejé de penetrarla y me acerqué por mis cosas, agarré las correas y el gag, me acerqué a ella y volví a ponerla empinada, al pie de la cama, luego se las coloqué en los tobillos y en las muñecas, la jalé del cabello y le puse el gag en la boca, sujetándole las muñecas por la espalda y así, empecé a penetrarla de nuevo, gritándole “así no harás tanto escándalo mientras te meto la verga, puta” al tiempo que la jalaba de su cabello, para penetrarla con más fuerza y ella solo gemía mientras me la cogía. Pasado un rato, le solté su cabello y empecé a nalguearla en cada embestida hasta que decidí que era suficiente, ...