1. Mi amiga y su novio me usaron en la montaña


    Fecha: 28/01/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Margaryt, Fuente: CuentoRelatos

    ... pájaro carpintero con trenza; una trenza que Sergio sostenía con una mano mientras se la follaba, como si fueran las riendas de mi amazona Laura.
    
    Después de follarse a Laura me puso en pompa y, esta vez sí, me penetró la vagina, que animal, que bárbaro, no sentía mi coño solo sentía su cabalgar, como si me hubiera perforado el mi agujero húmedo.
    
    Esa noche Sergio se transformó, después de tanto rato de juegos nos puso en pompa a las dos, nuestros culos se tocaban.
    
    Sergio "me atacó" desde atrás, su lengua se metió en mi ano, como había hecho por la mañana, haciendo círculos. Saber que su novia estaba a mi lado hacía que mi ano fuera una boca abierta. ¡Me dolió!, me la metió de golpe en el culo, como me lo machacó, después, la sacó de golpe y se acercó a Laura que le dijo:
    
    —Cariño, ¿por el culo?
    
    —Por el culo Laura, cariño.
    
    El culo de Laura golpeaba el mío lateralmente cuando Sergio la penetraba por el ano. Varias veces me montó a mí y después a Laura, éramos sus dos marionetas, dijo Sergio dando un grito posesivo:
    
    —¡Daros la vuelta guarrillas!
    
    Nos pusimos de rodillas sobre la cama, a los pies de esta, él, se puso de pie a los pies de la cama, meneándose el pene ...
    ... con violencia, saltando sus grandes huevos por la intensidad, nos dijo a las dos:
    
    —¡Venga zorritas!, las bocas bien abiertas.
    
    Sin rechistar, abrimos las dos nuestras bocas de par en par, como dos perritas esperando su premio. No me gustó que me llamara zorrita, sin embargo su vocabulario en aquella cópula "compartida" me excitó. Mientras Sergio se la meneaba frente a nosotras dos yo, desde atrás y por debajo del culo de Laura, le metí dos dedos en la vagina, haciendo que se corriera en mi mano como un sifón de refresco caliente.
    
    Sergio, tenía semen para dar y regalar, me estampó un chorro muy espeso y muy caliente en la boca y en la nariz, los restos del siguiente salpicón cayeron en la boca y el ojo derecho de Laura, que con una mano y sonriéndome se limpió.
    
    Hace pocos días de ese fin de semana y no hemos repetido aún, porque creo que debería dejarlos solos, pero no sé si él se conformará con una sola experiencia. No sé qué hacer, porque sueño con sus cuerpos rodeándome y usándome y ese sueño me hace muy feliz.
    
    Lo pensaré y, mientras me decido, conservaré en mi memoria el sabor del sexo de mi amiga y pene de su novio, como si me hubieran usado hoy mismo.
    
    (C) {Margaryt} 
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