1. En un canal del irc (II)


    Fecha: 30/01/2019, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Luego de esto nos levantamos todos y nos dirigimos al baño de la casa para asearnos un poco. Allí empecé a meterle mano a Elena de nuevo delante de los otros. Nos besamos metiéndonos la lengua y enroscando nuestros cuerpos. Alberto aprovechó y empezó otro espectacular masajeo en las tetas de mi mujer a la vez que le empezaba a meter mano en el chocho. Bajé lamiendo el cuerpo de Elena y también me regodeé chupándole las tetas y luego seguí hasta el coño depilado y allí estuve otro rato, en una especie de competición con Alberto que también estaba comiéndole el coño a mi mujer. Elena empezó a gemir primero y empezó a retorcerse en la ducha diciéndome cabrón y otras mil cosas que me ponían a tono. María, algo más nerviosa se agarraba del poste de la ducha y se mordía la lengua para no gritar. Al ver a Elena tan cachonda decidí darle todo el placer que pedía y levantándome empecé a juguetear con mi polla en su entrada, húmeda por el agua y sus propios líquidos, mientras la besaba. Casi no teníamos espacio para hacerlo de lo apretados que estábamos. Alberto pareció darse cuenta de esto y abriendo la puerta de la ducha salió de ésta con María. Una vez solos, hice que Elena se volteara contra la pared de la ducha y empecé a metérsela. Con dos buenos empujones se la metí completa y empecé el mete y saca aumentando el ritmo poco a poco pero con fuerza. No paraba de gemir. Con una mano se agarraba a la pared y con la otra se frotaba el clítoris a la vez que recibía mis embates desde ...
    ... atrás sin dejar de decirme cosas calientes. Estuvimos así unos cinco minutos hasta que la oí y sentí llegar con grandes suspiros mientras sentía sus líquidos correr en mi polla, entonces aceleré mis movimientos al máximo y me empecé a correr dentro de ella llenándola de mi leche. Luego nos abrazamos y nos metimos debajo del agua a la vez que abríamos la puerta para mirar a nuestros respectivos.
    
    La imagen era increíble. María, desnuda, estaba sentada en el borde del lavamanos con una pierna por encima del cuerpo de Alberto, que le seguía comiendo el coño, y la otra apenas tocando el suelo. Debido a la posición se agarraba del marco del espejo con una mano y con la otra el borde del lavamanos mientras la cabeza estaba echada hacia atrás y no cesaba de gemir. Dándose cuenta de que estábamos mirando, Alberto se echó un poco al lado dejándonos ver cómo su lengua y algunos de sus dedos penetraban el chocho de María. Con las manos lo mantenía bien abierto y con la lengua lo lamía y chupaba de arriba abajo, incluso le ponía saliva por los bordes. Siguió así hasta que María empezó a gemir más fuerte. Entonces se levantó, se colocó entre sus piernas y se le empezó a meter a la vez que le metía una mano debajo del culo. María siguió gimiendo y luego a semigritar. Nunca había tenido una polla tan grande en su cuerpo. Suavemente y con movimientos circulares, Alberto se la empezó a meter. Su cuerpo gordo empezaba a ponerse rojo de la excitación y fue arreciando sus movimientos hasta que ...
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