1. Una Segunda Oportunidad.


    Fecha: 30/01/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: lilith369, Fuente: SexoSinTabues

    ... a mi matrimonio, con Adela no éramos más que dos conocidos, hacía años que no compartíamos la cama, y que solo aparentábamos frente a la familia y los amigos que éramos una pareja consolidada. En el aspecto sexual yo nunca tuve vocación de monje, por lo que solía visitar el burdel del pueblo para obtener mi liberación cuando lo necesitaba y aunque me hubiese encantado que las cosas con mi mujer fuera diferentes, me había resignado a pasar mis días de vejez de esa forma. Llevaba una vida tranquila, dedicado a mi trabajo como médico, atendiendo los escasos casos que se daban en el pueblo y a mis inversiones agrícolas, no tenía un mal pasar, pero en ocasiones mi tranquilidad se iba al infierno por cualquier problema que causa Arturo, y fue en una de esas ocasiones en que ella, llego a mi vida. %%%%%% Magdalena era una chiquilla tímida, que recién había cumplido los 17, demasiado flaca para mi gusto, pero de unos hermosos y grandes ojos color miel, unos labios rojos carnosos y una piel demasiado blanca, que la hacía parecer un poco enferma, su pelo era de un extraño color chocolate. Largo y frondoso. Ella era la hija menor del vicario de la iglesia y eran los únicos no descendientes alemanes del pueblo, y hasta Adela estuvo de acuerdo que frente a un embarazo adolescente, Arturo no tenía más opción que casarse con ella, era eso o la cárcel. Evidentemente mi hijo no estuvo feliz con el paso que debió dar y por más que intento explicarnos que solo se había involucrado con ella por ...
    ... una apuesta, no le quedo de otra que casarse con la chiquilla, pero él no cambio su forma de ser y continuo con su vida de excesos, como si nada hubiese pasado, solía ignorarla y tenían constantes discusiones en las que Arturo solía enrostrarle que lo había amarrado dejándose embarazar y nuevamente Adela lo apoyaba. Soy un hombre viejo, pero no soy frio o déspota, por lo que al contrario de mi esposa que solía ser igual de frío que mi hijo con ella, yo no podía dejar de sentir cierta lastima por una chiquilla, que solo había cometido un error, que ocasiono que hasta su familia la dejara de lado, Por lo que nos hicimos relativamente cercanos, conmigo era la única persona que conversaba en casa, ya que por orden de mi esposa hasta los empleados la ignoraban. Al comienzo solo solía venirse a mi despacho a leer o hacer alguna tarea del colegio, ya que por mi insistencia no abandono los estudios, pero poco a poco se fue interesando en lo que yo hacía, y comenzó ayudarme con algunos papeles, Magdalena es una chica humilde no acostumbrada a la opulencia en la que solía moverse mi mujer, pero inteligente y muy despierta, yo nunca la vi como una mujer, sino como la niña que solía ver en la iglesia los domingos. Pero poco a poco ella se fue ganando un espacio en mi vida, e inevitablemente comencé a verla con otros ojos, era una adolescente en plenitud, siempre solía usar polerones anchos pero en algunas ocasiones se los sacaba, y solo usaba un jenns apretados que me permitían admirar ...
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