1. Una Segunda Oportunidad.


    Fecha: 30/01/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: lilith369, Fuente: SexoSinTabues

    ... su culo respingón, o una pollerita ajustada que dejaban ver sus tetas pequeñas, que ya habían crecido un poco por embarazo, siempre me cuestionaba por mirar a una adolescente embarazada, pero me cautivaba ver día a día los pequeños cambios que se daban en un cuerpo. A Magdalena no le gustaba mostrarse embarazada, porque en el colegio la molestaban y le decían que era una puta, y aunque a sus tres meses no se le notaba casi nada, yo le decía que tenía que sentirse orgulloso, después de todo era creadora de vida, como médico siempre he admirado esa faceta de las mujeres, y como en el pueblo no abundaban los médicos era yo quien le hacia los controles de rutina, por lo que poco a apoco fuimos dándonos confianza y ella me dejaba que le acariciara su vientre y yo solía hablarle a mi nieto, no le veía nada de malo en eso. Arturo era un idiota en vez de cambiar en estos meses y vivir a plenitud esa etapa tan preciosa y única con magdalena, empeoro y mi mujer como siempre lo excusaba, en varias ocasiones me toco intervenir entre él y Magdalena cuando las discusiones subían de tono, yo sabía que Arturo tenia ataques de ira, pero esperaba que nunca fuera violento con ella. Pero en más de una ocasión Magdalena termino durmiendo en mi cama después de una discusión con mi hijo, quien amenazaba con dejarla durmiendo fuera, esas eran noches de tortura, ya que la chiquilla se aferraba a mi como si fuera su tabla de salvación, y mi cuerpo reaccionaba como hacía años que no lo hacía, y me ...
    ... sentía un canalla por tener esos pensamientos por una niña desvalida, pero su culo pegado, su olor a lavanda, eran una invitación para que mi verga se empalmara. Ella parecía no darse cuenta de lo que ocasionaba en mí, porque solía dormirse inmediatamente. Mis visitas al prostíbulo del pueblo se hicieron más frecuente, y aunque siempre me habían gustado las mujeres mayores y con buenas tetas y un culo grande, ya no buscaba eso, buscaba mujeres delicadas, de tetas pequeñas y culo respingón, con olor a lavanda y ojos grandes, pero un puterio de pueblo olvidado no tiene eso para ofrecer, por lo que la mayoría de las veces me iba insastisfecho. la quería a ella, por lo que tenía que conformarme con esos momentos robados. Yo solía salir del pueblo por negocios, tenía que visitar diferentes ferias ofreciendo ganado o los productos de estos, y aunque Magdalena me acompañaba en la mayoría de mis viajes, no siempre era posible, por lo que intente reducirlas solo a las urgentes, o solo salir por el día, fue en uno de estas ocasiones, en que Arturo llego bebido y en una discusión, Magdalena cayo por las escaleras y perdió al bebe. Fue evidente que para Magdalena la pérdida fue más importante que para mi hijo o esposa. Pero yo decidí tomar cartas en asunto ingreso Arturo en un centro de rehabilitación y hable con los padres de Magdalena para que volviera con ellos, porque evidentemente el matrimonio era un fracaso, pero ellos se negaron a recibirla, por lo que no quedo de otra que ella se ...
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