El pellizco de mi cuñada
Fecha: 30/01/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... nadar
Bajó de mis piernas y se fue corriendo, entonces Yolanda suspiró y pudo levantarse, sacó su braga del bolsillo y la pasó por su chochito a lo largo de la raja untada de leche, se bajó la falda y se fue rápidamente al aseo, me levanté y me puse el bañador con el pene totalmente húmedo y en eso entró mi cuñado a la cocina.
Que haces?
Estoy ayudando a tu mujer ha hacer las ensaladas, ya que tu no la ayudas
Aquella noche celebramos el cumple del chaval y todo fue normal, excepto la miradas de complicidad, a la mañana siguiente me levanté tarde y ya estaban todos en la piscina aprovechando el día, me asomé a la terraza del dormitorio que está en la planta de arriba, desde allí se ve perfectamente la piscina y la terraza. Allí estaban mi mujer tomando el sol y los niños nadando con mi cuñado que vio y saludó con la mano, le conteste con otro saludo y me quedé un rato mirando el paisaje, en eso mi cuñada apareció por detrás y me dijo
No te gires, ni te muevas del balcón
Se arrodilló y se acercó a gatas hacia mí, y con las dos manos me bajó el bañador hasta los pies. El balcón era de obra, de forma que desde fuera solo me podían ver desde la cintura para arriba.
Mi cuñada me separó ligeramente las piernas con las manos y me acarició los testículos con una mano, entonces me apoyé con los codos en la barandilla sacando el culo hacia dentro de la habitación, de forma que todo quedaba suelto, entonces Yolanda se agachó detrás y con la otra mano empezó a mover ...
... mi pene. Después me hizo apartar y sentándose en el suelo con la espalda apoyada en la barandilla se colocó delante de mi pene, lo agarró con las manos y se lo puso en la boca, chupando lentamente con la lengua el glande y sorbiendo con los labios en una mamada jugosa, mientras desde abajo mi cuñado dijo
¿Que no bajas y te bañas? El agua está buenísima
No gracias (contesté) estoy más a gusto aquí arriba
Con el pene en la boca de tu mujer (pensé), ella al oír a su marido chupó más fuertemente, casi que me corro, tuve que apartar un poco sacando el culo hacia atrás, entonces ella se apartó y se puso detrás de mí arrodillada y con la dos manos me abrió los glúteos buscando el agujero de mi culo, que encontró, acercó la boca y aplicó los labios a la entrada, empecho a lamer con la punta de la lengua la puerta de mi culo.
Ábretelo tú con las manos (dijo con voz muy bajita)
Le hice caso y con las manos me aparté los glúteos mientras ella aplicó otra vez su boca en el ano, al mismo tiempo con una mano me acariciaba los testículos y con la otra me agarró el pene moviendo la piel hacia delante y atrás masturbándome con suavidad.
Bájate no seas tonto (volvió a repetir su marido).
No gracias, no tengo ganas
Mis palabras sonaron, con poca precisión y atolondradas, con la lengua de su mujer metida en mi ano, entraba y salía ensalivada en mi recto mientras su mano intentaba con fuerza sacarme toda la leche de los testículos, la situación me excitó tanto que empezó a ...