1. CAMINO AL CIELO: UN ENCUENTRO INESPERADO


    Fecha: 13/08/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Maradentro, Fuente: SexoSinTabues

    Los jueves era el día del sacerdote y no estudiábamos sino hasta el mediodía, la tarde se usaba en actividades deportivas, uno de esos jueves mi amo me ordenó que lo buscara después del almuerzo en el teatro, así que me dirigí allá y lo encontré en el cuarto de utilería. Muy serio me dijo: ya vivió una muestra de lo que se espera de un esclavo, ahora quiero saber si todavía quiere ser mi esclavo. Si, claro que sí; dígalo con voz fuerte, que no haya dudas, entonces repetí: SÍ MI AMO, SEGUIRÉ SIENDO SU ESCLAVO, ME COMPROMETO A SEGUIR TODAS SUS ORDENES Y DESEOS, MI CUERPO Y MI SER SON SUYOS, YO NO ME PERTENEZCO PORQUE YA PERTENEZCO A MI AMO EL PADRE ALFREDO. ALABADO SEA DIOS QUE ME HA DADO UN AMO COMO EL PADRE ALFREDO. No se dé donde me salió está afirmación, la pronuncié sin pensar, sólo llevado por una fuerza interna que conmovió a mi amo, lo vi en la expresión de su rostro. Entonces me dijo: está bien, ahora queda claro que continuaras a mi servicio, de ahora en adelante serás entrenado, disciplinado en la obediencia, de ninguna manera puedes humillar a tu amo o a quien yo te entregue, ni voluntaria, ni involuntariamente. Desnúdate porque vamos a empezar ya, lo primero es que le prohíbo que siga saliendo de su dormitorio en las noches sin mi consentimiento, toda su esperma es mía y hasta su mierda si yo así lo deseo. Me sorprendí porque no había visto a nadie aquella noche, ni una sombra vi pasar. ¿Le sorprende que lo sepa? Me dijo sonriente, y añadió: si no lo sabes, yo ...
    ... soy el AMO del seminario, y nada pasa sin que yo lo ordene. Entonces llamó a Luis, quien fuera uno de los frailes trans de mi primer fin de semana en El Banquete, como llamaba mi amo, esos encuentros en que nos vendía a otros curas. De ahora en adelante Luis sería mi vigilante tutor en el seminario y mientras mi amo no estuviera a éste le debía igual obediencia, así pues se le encargó me disciplinara. Luis me dio algunas instrucciones que debía seguir de ahora en adelante: pararme ante mi amo con la cabeza inclinada y nunca mirarle si no se me solicitabas, tampoco dirigirle la palabra y sólo esperar sus órdenes y cumplirlas; cumplir velozmente todas las demandas del amo, su cuerpo y sus excrecencias debían ser sagrados para mí; se me prohibió terminantemente que me masturbara o estuviera carnalmente con cualquier persona, animal o cosa so pena de ser castigado severamente. Entonces, se me ordenó desnudarme y mi cabeza fue rapada, me ató las manos por la espalda, me vendó los ojos, me amordazó y me condujo a la fosa del teatro que estaba cubierta por una puertilla de madera, me hizo calzar unas zapatillas que tenían una puntilla apuntando a mi talón para obligarme a permanecer en puntillas, debía permanecer quieto hasta su regreso, con tiza trazo la superficie sobre la que estaba para cerciorarse que no me movería de allí. La oscuridad era completa al igual que el silencio, parecía que estaba sólo, a no ser por la rata o ratón, no sé qué fue, que un par de veces saltó entre mis ...
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