1. CAMINO AL CIELO: UN ENCUENTRO INESPERADO


    Fecha: 13/08/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Maradentro, Fuente: SexoSinTabues

    ... pies. En esa postura el tiempo se me hacía eterno, el dolor en mis pies en puntillas hizo aparición, la baba comenzó a chorrear de mi boca ante la imposibilidad de tragar la saliva, ella se fue desplegando por mi mentón cayendo a mi pecho por donde se deslizaba hasta mis caderas donde se detenía. Esa privación de los sentidos me los colocaba alerta esperando algún ruido, murmullo, algún movimiento que me indicara que mi tutor ya regresaba, mientras, me envolvía el olor a humedad del cuarto en el que estaba, los fluidos de mi boca ya no cesaban de caer, mi cuerpo se investía cada vez más con ellos. Mi pene comenzó a levantarse, era inevitable que mi situación no me excitara y sin embargo nada podía hacer para responder a su alegría. El dolor en las piernas se me hacía inevitable, pensé en dejarme caer sobre las puntillas pero las sentía altas y gruesas, nada que hacer más que soportar el sacrificio de estar ahí detenido. No sé cómo, la saliva, que se desplazaba por mi cuerpo como los hilos de una quebrada, llegaban a mis “pelotas” haciéndome leves cosquillas que agradecí. Por fin apareció mi tutor nuevamente, mi cuerpo sentía felicidad con cada paso suyo hacia mí, encendió la luz, verificó mi posición y se quedó alelado mirándome, me quitó la venda de los ojos, no lo miré y mantuve mi cabeza inclinada. Buen muchacho, me dijo, estaba desnudo, sólo con un bóxer, no podía mirarlo de frente pero si lo miré del pecho hacia abajo; no sé si es una jugada del recuerdo, lo cierto es ...
    ... que ese cuerpo que veía con mis ojos encandilados parecía bailar entre el fuego que estaba encendiendo mi pasión, aún hoy ese cuerpo que vi a media luz viene a mi como el ángel de la noche a abrigar mi sueño. De repente posó sobre mi nuca su lengua y comenzó a secar mi cuerpo, estaba respirando intensamente, me lamía con furor canino, se detuvo en mis pezones que por mi propia gordura parecían tetas de mujer, las chupó, lamió y relamió, lo que me hizo feliz. Se detuvo en mis genitales que chupó y mordió, al igual que lamió suavemente mi pene sin dejarlo llegar a la eyaculación. Me libero de aquella incómoda posición y me hizo orinar en un balde para después ordenarme beberla. Te gusto, me dijo, la próxima vez será la de tu amo la que beberás. Se arrellanó en un sillón viejo y me colocó entre sus piernas obligándome a chupar su pija controlando mis movimientos colocando su mano sobre mi cabeza. Vas a aprender a hacerlo como le gusta al padre, aunque ya lo haces bastante bien, ahhhhh, suspiró. Lamí su miembro suavemente desde el glande a la base dando la vuelta suavemente, con los dientes tomé el prepucio y lo jalé, hizo una mueca de dolor pero no me detuvo, introduje la lengua entre la membrana y luego lo llevé a mi boca para chuparla con fuerza; él se estiraba en la silla, gemía, todo lo cual me excitaba mucho más. Después me volteó y me puso en el sillón elevando mis piernas sobre sus hombros para enchufarse a mi ano que esperaba ansioso. No lo tenía muy abierto todavía lo que ...